El Nàstic de Agné recupera a dos activos
Escudero y Nil Jiménez convencieron a Agné con sus minutos en Lezama
«Hemos recuperado a jugadores para la causa». El tono de Raül Agné en la rueda de prensa posterior al encuentro en Lezama era sincero. Sus palabras eran pura verdad y se le notaba feliz dentro del empate porque había logrado ver la mejor versión en la temporada de dos jugadores que apenas estaban teniendo protagonismo. Andy Escudero y Nil Jiménez habían comenzado la campaña en el once titular, pero en las últimas semanas ni siquiera estaban entrando desde el banquillo.
El fútbol siempre da una oportunidad. Ambos eran conscientes de ello y por eso siguieron trabajando esperando su momento. A Escudero le llegó ante el Bilbao Athletic desde el once titular. El futbolista alicantino regresaba a una titularidad de la que no disfrutaba desde la cuarta jornada en Calahorra.
Su entrada en el once venía motivada por la ausencia por lesión de Aarón Rey. Agné decidió permutar a Marc Álvarez a la banda izquierda y darle el extremo diestro a Escudero. Robert Simón y Maurizio Pochettino, dos extremos para jugar a banda natural, eran descartados en un movimiento sorprendente, pero con peso táctico. No es lo mismo lo que ofrece Escudero, un extremo con capacidad asociativa y que genera superioridad por el centro, que lo que generan dos especialistas en banda que aportan más profundidad y abren más el campo.
Lo cierto es que la versión que se vio de Escudero durante la primera parte fue la esperada. Sacó su determinación por la que se pagó traspaso al Alcoyano y que todavía no se había podido disfrutar como grana. Hasta el momento se había visto un jugador falto de confianza y arropado en una peligrosa irregularidad. En Lezama todo cambió porque desde un primer momento se le vio conectado. Tuvo presencia en fase ofensiva. Pidió el balón de manera reiterada en posiciones jugosas y dio continuidad al juego. Jugo fácil, pero bien y eso ayudó al Nàstic a tener fluidez.
Más allá de esa capacidad de interpretación y ejecución del juego, Escudero también llegó al área y eso el Nàstic lo necesita de sus extremos. Le faltó maldad, sí, pero demostró que es un futbolista con talento para generar ocasiones. Dos provocó ante el Bilbao Athletic. Una con un disparo desde la frontal que se le marchó alto y otra en un remate a un centro de Joan Oriol al que no pudo dar fuerza.
Con un ritmo de partido tan alto y tras muchos encuentros sin tener tanta continuidad en el juego, Escudero terminó siendo sustituido en una segunda mitad más gris en la que también se vio más afectado por el juego colectivo. Sin embargo, su primera parte en Lezama fue un acto de rebeldía. Quiere más minutos y mostrando ese nivel no hay dudas que Raül Agné se los va a dar.
El otro futbolista que también aprovechó su oportunidad en tierras bilbaínas fue Nil Jiménez. El lateral pasó a jugar a una posición en la que el año pasado terminó siendo titular. Agné le colocó en el extremo zurdo por delante de Joan Oriol y sacó del terreno de juego a Marc Álvarez. El cambio tenía la intención de situar un doble lateral que sufriera menos en defensa y ofreciera más profundidad y llegada a línea de fondo en ataque.
Nil Jiménez ofreció una versión pulida y atrevida en su juego. Había comenzado el curso como titular en el lateral aprovechando la lesión de Joan Oriol, pero no convenció en ese rol y cuando regresó el cambrilense, uno de los mejores laterales de la categoría, se marchó al banquillo. En Lezama demostró que es una alternativa seria para el costado izquierdo en forma de extremo. Un perfil diferente que ofrece abrir el campo y llegar a línea de fondo además de trabajo defensivo. Cumplió con nota y ahora abre una variante para diferentes contextos de partido que parecía perdida en el baúl de los recuerdos.
Escudero y Nil dieron un paso adelante en Lezama. Reclamaron minutos de la mejor manera que se puede hacer y no es otra que desde el verde. Agné tomó nota y les alentó públicamente. Sus palabras en sala de prensa no suelen caer en el vacío. Ambos han adelantado al pelotón en la rotación. Apuntan a tener más minutos. Quizás la Copa les abre las puertas del once titular, uno repitiendo y el otro regresando.