Pendientes en el Nàstic de la sanción a Pablo Fernández
Expulsado por roja directa ante Osasuna en Copa, si le caen cuatro o más partidos de sanción debería cumplirlos en el campeonato liguero
No hay otro asunto que preocupe más al Nàstic en estos momentos que la sanción a la que se enfrenta Pablo Fernández tras ser expulsado por roja directa en el encuentro ante Osasuna de Copa del Rey después de decirle al árbitro: “¡Me cago en tu p... madre”!. Lo peor es que la sanción a la que se expone puede implicarle como mínimo cuatro partidos de sanción. Esta cantidad, que es para la que la entidad tarraconense ya se prepara con disgusto, la cumpliría en el campeonato liguero y no en el copero, por lo que Raül Agné perdería a uno de sus puntales durante como mínimo un mes, o lo que es lo mismo, durante como mínimo cuatro partidos ligueros.
En un principio el jugador del club catalán se expone a una dura sanción que partiría de un mínimo de cuatro de encuentros, según el artículo 99 del Código Disciplinario y que dice lo siguiente: «Insultar, ofender o dirigirse en términos o actitudes injuriosas al/a la árbitro/a principal, asistentes/as, cuarto/a árbitro/a, directivos/as o autoridades deportivas, salvo que constituya falta más grave, se sancionará con suspensión de cuatro a doce partidos».
Sin embargo, hay un atisbo de esperanza, aunque no se confía demasiado en él. El jugador asturiano le pidió disculpas al cuarto árbitro, tal y como se reflejó también en el acta: “Tras ser expulsado y cuando se retiraba del terreno juego, dicho jugador (Pablo Fernández) pidió disculpas por los hechos al cuarto árbitro».
Puede parecer un asunto baladí, pero a nivel de reglamento podría ayudar a rebajar la sanción por debajo de los cuatro partidos si finalmente se considera solo una actitud de menosprecio, tal y como recoge el artículo 125 del reglamento: «Dirigirse a los/as árbitros/as, directivos/as o autoridades deportivas en términos o con actitudes de menosprecio o de desconsideración siempre que la acción no constituya falta más grave, se sancionará con suspensión de dos a tres partidos o por tiempo de hasta un mes».
Los presagios no son nada optimistas en las oficinas del Nou Estadi. No hay nada confirmado, pero el fútbol ser firme ante las faltas de consideración a los colegiados y con los de Tarragona no parece que se vaya a hacer una excepción. Isidro Díaz y Pablo Fernández protagonizaron una discusión que trajo cola durante y tras el partido. ¿Qué sucedió exactamente teniendo en cuenta las versiones del colegiado y del club grana?
La escena de la roja
Pablo Fernández pasó en cuestión de minutos de ser el héroe copero por excelencia a marcharse con rabia del terreno de juego. Suyo fue el tanto del empate ante Osasuna que desató la locura en un Nou Estadi que pasó a ser un infierno tras el gol. Se creía de verdad en la remontada y el conjunto rojillo yacía descompuesto sobre el terreno de juego. Los granas volaban y Pablo Fernández entre ellos corría desbocado porque su corazón iba a mil por hora, al ritmo de los aplausos de una afición que premiaba el mínimo esfuerzo de los suyos.
En una jugada en plena batalla, Isidro Díaz señaló una falta en una disputa al asturiano. La reacción del delantero fue inmediata, protestó con un gesto ostensible con sus brazos para señalar su desesperación mientras que pronunciaba unas palabras que el colegiado rápidamente interpretó. “¡Me cago en tu p... madre!”, eso señalaba el acta del encuentro que dijo el delantero del Nàstic frente a Osasuna en el minuto 84.
El árbitro manchego no dudó en llevarse la mano al bolsillo trasero y le sacó una roja directa de manera firme. No dio lugar a la réplica porque tenía claro lo que había escuchado. Los compañeros de Pablo y el propio delantero fueron a charlar con él, pero la decisión ya estaba tomada y no había vuelta atrás.
El técnico del Nàstic, Raül Agné, afirmaba tras el final del encuentro en la sala de prensa del Nou Estadi que su jugador le había asegurado que había dicho “me cago en mi p... madre”, pero que el colegiado había entendido mal su expresión. No le gustó nada la expulsión de su futbolista y aseguró que el colegiado debería haber sobrellevado de otra manera aquella acción que cambió el signo del partido.
Lo que está claro es que si se confirma que Pablo Fernández es sancionado durante como mínimo cuatro partidos, el Nàstic va a pagar con dureza esa roja porque va a perder a uno de sus jugadores fetiche durante como mínimo un mes. El asturiano es uno de los jugadores imprescindible para Agné que le considera un futbolista de superior categoría y al que los granas han renovado recientemente hasta 2025.
Relevos listos
Arriba se perdería una variante y eso provocaría que la dupla titular hasta el momento formada por Pablo y Guillermo se rompería de manera irremediable. Por fortuna para Agné, la plantilla cuenta con hombres suficientes como para paliar la posible baja del asturiano. Ahí aparecen dos nombres que ya han alzado la mano para ocupar su puesto.
Andrei Lupu y Marc Fernández se postulan como las principales alternativas para ocupar el sitio de Pablo Fernández. El primero completó un gran partido ante el Osasuna y desató la pasión en las gradas gracias a su intensidad y su talento. El segundo ha llegado en este mercado de invierno procedente del Andorra y debutó de segundo punta ante el conjunto rojillo, aunque su puesto más natural son las bandas. Agné deberá decidir quién hace olvidar al asturiano, aunque primero para ello se tiene que confirmar la sanción de cuatro o más partidos. Sin embargo, el optimismo es poco. Se teme lo peor.