Noé Monroy, «preparado» para el banquillo del CBT

El CBT pone la primera piedra del proyecto 2023/24 en LEB Plata. Un primer paso que no es otro que anunciar y presentar, todo el mismo día, al nuevo entrenador del primer equipo. Y como no podía ser de otra manera, la figura que relevará a Berni Álvarez en el banquillo del Serrallo es, como él mismo se definió, «un entrenador de club y de la casa»: Noé Monroy.

Era la elección lógica. La filosofía del ‘kilómetro 0’ aplicada al banquillo. Si alguien conocía al club -lleva 9 años en el Club Bàsquet Tarragona-, la plantilla -ha coincidido con prácticamente todos los jugadores entre el sénior B y el primer equipo- e incluso la categoría (LEB Plata), que ya pisó como asistente de Berni Álvarez durante tres cursos, esa figura era Noé Monroy.

Le tocaba por merecimiento. Lleva tres temporadas en el sénior B. Desde que se creó el segundo equipo cebetista. No es de extrañar, por tanto, que cuando Berni anunció su marcha la junta directiva azulada, encabezada por su presidenta, Núria Grados, tuviera claro la persona que debía recoger el testigo. «Nos inspira confianza y encaja en los valores del club, con humildad y apostando por la gente del club», dijo la dirigente.

Tampoco se lo pensó mucho Monroy. Seguramente porque ya lo tenía pensado. Hace unas temporadas, cuando parecía que Berni Álvarez abandonaba el club su nombre fue el primero como candidato al puesto. «No tardé ni un segundo en decir que sí. Me considero un hombre de club», aseguró.

Nacido en Puertollano, pero tarraconense desde los seis años, el nuevo técnico cebetista conoce el baloncesto de la provincia de cabo a rabo. En sus 30 años como entrenador ha dirigido equipos de base, sénior, masculinos, femeninos, etc. Ha pasado por el TGN Bàsquet, Reus Deportiu, CB Valls antes de llegar al CBT hace casi una década. En todas esas ocasiones, cuando llegaba asumía el puesto con ilusión. Pero el máximo es «poder entrenar al equipo de la provincia y el mi ciudad».

En su primera comparecencia, Noé Monroy se mostró confiado y ambicioso. Entiende el reto que supone no solo llevar las riendas del CBT, sino relevar a una institución de la entidad, pero lo encaja «preparado» y desde el respeto a la figura del exentrenador azulado y no desde el miedo que puede suponer ‘enfrentarse’ al elevado listón que ha dejado su predecesor.

El nuevo técnico del CBT planteó su etapa como «continuista y transformadora». Lo primero, porque mantendrá la misma línea que ha definido al club en los últimos años, que no es otra que la apuesta por los jugadores de la casa. Por creencia y porque «da resultados, como lo ha demostrado la última temporada, sin ir más lejos». En este sentido, dejó claro que la intención es «mantener al máximo de jugadores de la plantilla actual, aunque habrá que preguntarles a ellos también por sus ganas de seguir y las circunstancias profesionales. Un asunto, el de las renovaciones, que será el primero a tratar. Antes incluso de hablar de incorporaciones. Que las habrá, porque «es una categoría nueva y más exigente». También habrá que cerrar antes el cuerpo técnico que todavía no está del todo definido.

Entrenador de jugadores

En cuanto al estilo, Noé Monroy se definió como «un entrenador de jugadores». Un técnico sin un «estilo de juego muy marcado y cerrado, sino que prefiero liberar al jugador para potenciar que se lo pase bien, ya que son ellos los que tienen que hacer avanzar al equipo y atraer a la gente al Serrallo». Sí que añadió que busca «situaciones de superioridad y para eso, tienes que correr», dijo.

Noé Monroy arrancará su proyecto con la intención de consolidar al CBT en el tercer escalón del baloncesto estatal. Dejar de ser «un equipo ascensor», para establecerse en LEB Plata. Pero advirtió «no de cualquier manera, sino con gente de la casa».