Niñas al poder
El Alevín Femenino de la Fundació Futbol Base Reus está peleando por conquistar una liga de niños. Dos de sus niñas, Valentina y Helena, jugarán en el Barça la próxima temporada
En el grupo 24 de la Segunda División Alevín Sub 12 de fútbol 7 de la Federación Catalana hay un grupo de niñas que están rompiendo tabúes a base de goles. Son las jugadoras del Alevín del Fundació Futbol Base Reus, un equipo que pelea por el liderato en una liga de niños.
Esa entidad que ha apostado de manera firme por el fútbol femenino desde el 2019 y que se ha convertido en un ecosistema ideal para que las niñas y las chicas que lo deseen compitan y crezcan en las mejores condiciones posibles.
«El fútbol es cosa de hombres», decían, incluso dicen, todavía algunos, aunque cada vez con la boca más pequeña. Pues bien, hay unas niñas que unidas son mejores que muchos equipos solo de niños. Le pese a quién le pese, le pique a quién le pique. No son ejemplo de una hazaña deportiva. Van más allá. Porque con su historia muchas niñas se van a sentir empujadas a seguir saltando obstáculos. Se ha recorrido mucho camino en el fútbol femenino, y en la vida, pero todavía queda mucho por recorrer.
Este alevín entrenado por Christian Claro es especial. Son una piña y basta con verlas entrenar en una tarde de Sant Jordi para comprobarlo. Ni el viento, ni la lluvia las detiene. Aman la pelota y la sonrisa se les dibuja de manera inmediata cuando saltan al verde.
Ese en el que están compitiendo y venciendo a los niños rivales. Están a cinco puntos con La Pastoreta. No solo eso, a su capacidad para ganar partidos le han añadido una capacidad brutal para hacer goles (133 goles a favor) y para defender con la pelota de manera organizada (35 goles en contra). Sin ir más lejos, este pasado fin de semana vencieron por 10-0 al Vila-seca.
Restan cuatro jornadas por delante para que el campeonato liguero llegue a su fin, pero su historia no depende de un primer puesto. Ya es feliz. «Estoy completamente enamorado de mi equipo», asegura su entrenador. Su brillo en los ojos a la hora de hablar de sus jugadoras demuestra lo mucho que siente ese equipo.
El técnico rojinegro vive su primera experiencia con un equipo de fútbol femenino. Durante ocho años había entrenado a equipos masculinos en el Santes Creus hasta que este verano recibió una llamada de la Fundació Futbol Base Reus ofreciéndole un cambio de aires.
Aceptó porque el cuerpo se lo pedía, pero fue más allá cuando decidió que su nueva aventura en el fútbol formativo iba a ir de la mano con un grupo de niñas soñadoras. «Es el año más gratificante como entrenador porque han cogido mi idea y han tirado para delante pasase lo que pasase. Quieren tener el balón y dominar sea cual sea el resultado».
Claro está comprobando de primera mano la diferencia que hay entre un vestuario de niñas y niños. No es lo mismo, aunque pueda parecerlo: «Un vestuario de chicas está más unido. Son una piña y son una familia, aunque cada vestuario es un mundo, pero yo creo que las chicas cogen más la idea principal del entrenador. Sienten que los que les dice es para su bien y para que aprendan».
El hecho de estar ganando y de la manera en la que lo están haciendo las niñas campeonas del Alevín de la Fundació Futbol Base Reus en una liga masculina podría estar generando conflictos, pero deja constancia de que el respeto de los rivales están abundando, aunque a veces les cueste interiorizar la superioridad de sus jugadoras: «No hemos tenido ningún problema a nivel de discusiones ni con los padres ni con los niños contrarios. Es verdad que a los niños les choca que les ganen niñas y que les ganen con resultados amplios y con la superioridad con las que muchas veces ganan. Al final acaban los niños con caras largas y pensando: «madre mía, no he tocado el balón en todo el partido».
Dentro de este gran equipo hay dos niñas que sobresalen. Son Valentina García y Helena Naranjo. Su don para el fútbol es especial. Tras varias pruebas ya son conscientes de que el año que viene jugarán en la mejor cantera del mundo, la del FC Barcelona. El entrenador rojinegro celebra este hito porque también se lo toma como un logro personal: «Para mí es un gran paso como entrenador llevar a dos niñas al mejor club del mundo como es el Barça. Es algo que te llena de orgullo y recompensa su trabajo».
Ambas caminan juntas en los aledaños del campo antes del entrenamiento. Comparten secretos en una conexión que el año que viene continuará en la cantera del FC Barcelona. Se vestirán de azulgrana junto a las gemelas de Sant Jaume dels Domenys, Irene y Maria Miquel Berbel en el Alevín del Barça.
Naranjo y García son dos pequeñas de 10 años a las que hablar ante un periodista todavía les amilana. Da lo mismo. Sus sonrisas lo explican todo. Aman jugar a fútbol. Se divierten con sus compañeras y el reto de jugar el año que viene en el Barça se nota que no les preocupa lo más mínimo. Al fin y al cabo es un juego en el que destacan y eso lo tienen absolutamente asumido.
«No esperábamos que nos llamase el Barça, pero estamos muy contentas», afirman con timidez, pero con la ilusión en sus miradas antes de comenzar el entrenamiento.
Roger Juncosa es el coordinador del fútbol base femenino y las observa con orgullo. Pasa muchas horas analizando a los equipos de la Fundació, conoce a todas las jugadoras al dedillo y su conocimiento del fútbol femenino en la provincia está a la altura de pocos. Hablar con él es hacerlo con un experto y tiene claro que su club está siendo un ejemplo.
El hecho de colocar a un equipo de niñas compitiendo en una liga de niños fue una decisión en la que él tuvo mucho peso y ofrece los argumentos del porqué: «Lo que queremos es tener a las mejores de la provincia de Tarragona. Cuando decidimos poner a este equipo en la liga masculina, como ya hizo el AEM en Lleida por lo que no somos pioneros en esto, lo hicimos con la idea de que suban más preparadas físicamente y competitivamente. Estar compitiendo y ganando muchos equipos de niños es algo bueno y lo mejor es que lo estamos haciendo con un juego asociativo y siendo protagonistas con la pelota porque es la manera de suplir el no ganar el tú a tú físico. El año pasado ya quedamos terceras y este año si consiguen ganar la liga pues será perfecto, pero no hay que olvidar que es una etapa de formación».
Juncosa está viviendo en primera persona todo el auge del fútbol femenino y no niega que el boom del primer equipo del FC Barcelona y la selección, dos Champions y un Mundial, han ayudado y mucho a que cada vez haya más niñas futbolistas: «Tenemos el ejemplo claro nuestro. Al inicio solo teníamos tres equipos y el año que viene tendremos siete equipos en la base y un primer equipo muy bien posicionado. El boom del Barça Femenino ha provocado que cada vez más niñas quieran jugar. Recibimos muchos mensajes de jugadoras que quieren venir a probar, pero no podemos hacerles hueco a todas porque somos un club que seleccionamos por nuestra naturaleza competitiva, pero sí que ayudamos a otros equipos a derivar a estas jugadoras».
Como reflexión final deja claro que el fútbol femenino es presente y futuro, pero pide a los clubes que si se animan a apostar por crear equipos de categoría femenina lo hagan con todas las de la ley, no por puro postureo: «Estamos haciendo saber a otros clubes que apostar por el fútbol femenino no es solo hacer para quedar bien y por nombre. Se tiene que apostar de verdad con recursos y personal y con coherencia con lo que haces».