Marc Fernández y su partido más especial con el Nàstic de Tarragona ante el Andorra

El extremo de Corbera vivió un ascenso a Segunda División con el rival al que amenaza el domingo con marcarle

El fútbol dibuja caminos de idas y venidas a unos jugadores que normalmente observan como sus carreras navegan entre la incertidumbre y los cambios constantes. La Primera RFEF, antes Segunda División B, es una categoría que no suele ofrecer contratos de larga duración y eso implica que los movimientos a lo largo de los veranos sean naturales para un jugador.

Ese es el caso de Marc Fernández que, tras llegar al Nàstic, se medirá por primera vez a su querido Andorra. Allí fue feliz, ofreció un fútbol de quilates y vivió una de las cosas más bonitas en lo deportivo como es un ascenso a Segunda División. Una época inolvidable para el que hoy es uno de los referentes granas.

Clave en el ascenso del Andorra

El atacante de Corbera estuvo durante temporada y media (2021-2022 y 2022-2023) en un Andorra de Eder Sarabia en el que fue pieza capital para el ascenso. Sus 11 goles fueron decisivos para conseguir un histórico hito. Ya en Segunda División, Marc Fernández no tuvo tantos minutos y eso provocó que en el mercado de invierno aterrizará en Tarragona en busca de volver a ser protagonista.

Llegada en un año convulso

Al Nàstic llegó de la mano de David Comamala, que le sedujo con un equipo y una ciudad que le necesitaban para salir de una crisis de resultados. Ese curso, Fernández tuvo tres entrenadores (Raül Agné, Iñaki Alonso y Dani Vidal). Medio año convulso, pero en el que de Corbera fue importante para terminar consiguiendo la salvación y aportando cuatro goles.

Al año siguiente, Dani Vidal fue desde el comienzo el entrenador del primer equipo y la sintonía con Marc Fernández era evidente. El atacante fue una voz autorizada de un vestuario que tocó el ascenso con la yema de los dedos y en el que él aportó cinco goles para la causa y se convirtió en un ídolo para la afición grana.

Este verano su futuro en el Nàstic no estuvo claro, pero finalmente permaneció para felicidad de los aficionados y de cuerpo técnico.

Se asienta en el once

El tiempo le ha dado la razón a Dani Vidal, que le consideraba más que útil para el nuevo año. Tras comenzar el curso en el rol de revulsivo, en las últimas semanas ha dado un paso adelante y se ha ganado un hueco en el once inicial, sumando ya dos goles en este inicio de curso futbolístico.

Ahora Marc Fernández se mide a su exequipo al que quiere marcarle su tercer gol de la temporada, porque profesionalidad y ambición le sobran. No tendrá clemencia contra un equipo al que guarda mucho respeto y cariño, pero se debe a su Nàstic, ese que le ha robado el corazón desde que llegó.