Los errores fatales del Nàstic ante la Cultural Leonesa
Al conjunto tarraconense le faltó contundencia en las
dos áreas, concentración y acierto de cara a portería
El Nàstic encajó en León una derrota dolorosa. No tanto por el cómo, sino por lo abultado del marcador. Un 3-0 que no reflejó la realidad. Sobre el estadio de la Cultural Leonesa hubo más igualdad de la que se traduce a juzgar por el marcador.
El conjunto de Dani Vidal dominó el primer tiempo. Tuvo una clara ocasión a los cinco minutos del arranque del partido. Una acción que pudo cambiar el choque. Jardí se acomodó el esférico en el área pequeña y lo reventó, con la mala fortuna de que se estrelló en el travesaño.
Luego llegaría el gol de Diego Barri. Y, ya en el segundo tiempo, los de Berto y Guillermo Fernández. Para endosar una goleada que no encajaba el Nàstic desde diciembre del 2022, cuando el conjunto tarraconense recibió un 3-0 en contra en la Ciudad Deportiva del Osasuna en Tajonar. Un contexto completamente diferente al que se vivió en León el pasado domingo.
¿Cómo se explica la derrota si el Nàstic no jugó tan mal? Podríamos señalar tres puntos diferenciales. Tres aspectos que decantaron la balanza hacia una Cultural Leonesa que, dicho sea de paso, hizo un partido muy completo. Fue rocoso, vertical y letal. Confirmó su solidez como el mejor local del grupo 1 de Primera RFEF.
Lo dijo el técnico Dani Vidal nada más finalizar el partido. A su equipo le faltó contundencia en las dos áreas. En una, para frenar al rival. En la otra, para aprovechar las ocasiones. La mejor defensa de la categoría se abrió en canal y perdió firmeza. Faltó convicción para cortar la jugada personal de Diego Barri mucho antes de que el futbolista pisara el área grana. Y también se echó en falta mayor resolución para despejar en el tercer gol, el de Guillermo.
Hubo errores de concentración. Sobre todo en el 2-0. Un saque de banda a favor se convirtió en un contragolpe que Berto aprovechaba para hacer el 2-0. Barri, otra vez, hizo lo que quiso sin recibir prácticamente presión y pudo calibrar el pase a la perfección.
No todo es achacable a la parcela defensiva. En ataque no se fue incisivo. Se perdonó mucho. Mientras la ‘Cultu’ acertaba en cada ataque, los delanteros tarraconenses desperdiciaron ocasiones muy claras. Como la doble oportunidad de Jardí y Pablo, a los pocos minutos de encajar el 2-0. El meta hizo una gran intervención, pero en situaciones tan ventajosas para el atacante, es más fallo del tirador que acierto del arquero.
Pese a todo, el Nàstic mantuvo el tipo hasta el final. Peleando por el ‘goal average’. Insistiendo. La segunda mitad no fue la primera, a nivel del juego con balón, pero incluso así, se consiguió más fluidez que otros días no tan lejanos.
Errores que señalaron los mismos protagonistas y que se instaron a reparar de manera inmediata. Ante la posibilidad de que se extendiera un pesimismo amenazante en la afición, la plantilla mantuvo el discurso optimista. Han sido fiables durante todo el curso. No van a dejar de serlo cuando están tan cerca.