La situación desesperada de la Cultural Bonavista
Tras renunciar a 2ª Catalana por motivos económicos, pasan a un grupo de Barcelona de 3ª con el problema de los desplazamientos más agravado
La Cultural Bonavista vive horas de crispación y tensión porque se encuentra en un estado de impotencia total. Del sueño a la pesadilla en apenas un parde meses. El cuadro tarraconense lograba la pasada temporada el ascenso a Segunda Catalana tras brillar en el 16 e imponerse en una feroz lucha con el Torreforta. Sin embargo, la viabilidad económica de la entidad provocó que la Cultural renunciara a la categoría, volviendo a jugar en Tercera Catalana.
«Quedamos campeones con un equipo formado mayoritariamente por jugadores del barrio de Bonavista y con pincelada de algún jugador de La Canonja y de Torreforta y por motivos económicos y deportivos renunciamos a la categoría de Segunda Catalana dentro de los plazos porque para nosotros estar en Tercera Catalana es lo ideal», asegura uno de sus jugadores, Adrián Quiñones.
Hasta ahí, todo normal. Sin embargo, han sido en estos últimos días cuando una decisión de la FCF, que ya se ha confirmado de manera oficial, ha provocado el enfado mayúsculo del club. La FCF anunció que no tenía ninguna plaza disponible en los dos grupos formados por los equipos de la provincia de Tarragona (16 y 17), ya que estaban llenos.
La solución que ha tomado el ente federativo ha sido enviar a la Cultural Bonavista al grupo 13 de los conjuntos de la zona de l’Alt Penedès-Garraf y Anoia.
José Cosano, delegado de la FCF en Tarragona, lamenta lo ocurrido y trabaja en una solución, pero que no es sencilla: «Lamento lo que le está sucediendo a un club histórico de la ciudad, pero es que su sitio estaba en Segunda Catalana. Estamos trabajando en tratar de cambiar la plaza de la Cultural con un club fronterizo de Tarragona con Barcelona, pero no será fácil».
«La Federación acepta que renunciamos a Segunda Catalana, pero nos dice que si queremos jugar en Tercera tenemos que jugar en un grupo de Barcelona. Hemos renunciado a Segunda Catalana porque hacer desplazamientos al Ebre y a cuatro equipos de Barcelona ya era inviable. ¿Cómo vamos a ir a jugar 15 partidos a la provincia de Barcelona? No tiene ni pies ni cabeza», añade el jugador de la Cultural Bonavista.
El golpe es muy duro porque económicamente supone un gasto mucho mayor que incluso jugar en Segunda Catalana. Jugar ante equipos de Barcelona implica un mayor gasto económico en los viajes. El Espirall, Begues, Can Cartró, UE Canyelles, Capellades, Hortonenc, Masquefa, Moja, Olivella, Ribes, Riudebitlles, Sant Esteve Sesrovires, Sant Pere Molanta, UE Sitges B, y Torrellenc son los rivales que en teoría tendrá la Cultural.
Ante esta situación, la Cultural Bonavista se podría ver obligada incluso a renunciar a Tercera Catalana y competir en Cuarta Catalana, la más baja del fútbol catalán, aunque esa renúncia propia tiene consecuencias a nivel legal, tal y como confirma el jugador: «Si renunciamos nos obligan a ir a Cuarta Catalana y al haber rechazado la categoría no podremos ascender durante dos temporadas».