La leyenda de Santi Coch se inmortaliza en la puerta 8 del Nou Estadi
El jugador con más partidos de la historia del Nàstic tiene su más que merecido reconocimiento
La puerta 8 del Nou Estadi no es una puerta más del Templo grana. Desde este sábado 6 de abril de 2024 lleva el nombre de una leyenda viva del Gimnàstic de Tarragona: Santi Coch.
«Es uno de los días más felices de mi vida», admitía el jugador en el acto de inauguración de la puerta Santi Coch. Un homenaje emotivo y que contó con exjugadores, directivos, familiares, capitanes de la primera plantilla, entrenadores, etc. «El Nàstic me ha hecho feliz y toda la gente que ha venido ha formado parte de esta felicidad», dijo orgulloso y agradecido con el club por el homenaje.
Pocos jugadores de la historia de la entidad merecen un reconocimiento de este tipo. Exactamente dos: Santi Coch y Valero Serer, que tiene dedicada la puerta 7. «Los dos mejores jugadores de la historia del Nàstic», en palabras del presidente Josep Maria Andreu.
El valor histórico de Santi Coch no solo está avalado por sus 528 partidos, 17 temporadas, 11 de ellas como capitán del Nàstic, cifras a día de hoy inalcanzables para un fútbol más lucrativo y menos vinculado al sentimiento de pertenencia, sino por «su compromiso, esfuerzo, sacrificio y fidelidad al club», dijo Andreu. Como jugador, como miembro del cuerpo técnico y como nastiquer.
Solo hacía falta echar un vistazo a las decenas de personas que acompañaron al exjugador en el acto de inauguración. Toda la saga de los Coch, enormemente vinculada al club. Empezando por sus hermanos Enric y Ramon que acompañaron a Santi del Vimbodí, un equipo de pueblo creado por un profesor de la escuela municipal, hasta el equipo de referencia de la provincia. Hijos y sobrinos pasaron por la base del club y algunos, como Joel y Aleix, llegaron también al primer equipo. La saga incluso tuvo presencia en el equipo de gimnasia rítmica.
Arroparon a Santi Coch en su gran día otros mitos del club y referentes a los que el homenajeado quiso señalar. Excompañeros como Jordi Filgueira, Santi Palanca, Romà Cunillera o Rafa Martínez que en la 1977-78 recibieron al joven Santi Coch. «Me dieron un Máster de cómo se tiene que comportar un jugador profesional. Cada día aprendía algo nuevo», explicó el mismo Santi Coch. De todos ellos, sobresale «mi gran capitán», como llamó a Ismael Bañeras, presente también en el acto.
El eterno ‘3’ del Nàstic quiso recordar a Fernando García-Ramos «el entrenador que creyó en mí». También agradeció a quienes le acompañaron en su etapa como técnico del CF Pobla. Personas como el presidente Josep Mir, Vizcaíno, Antonio Vidal, Adolfo Baines, Jordi Abella y especialmente Isidre Fabra, su mejor amigo. Todos ellos, apuntó, «me hicieron disfrutar y sentirme realizado como entrenador».
En el repaso de su historia en el Nàstic tocó el turno de su incorporación a la secretaria técnica que le ofreció Jesús Maria Serrano, «otro histórico del club». Una etapa que compartió con José Antonio Gordillo, «el hombre -dijo Santi Coch- que cambió la historia del Nàstic con su gol en Zamora», Manolo Martínez y con Vicente Moreno, la persona que señaló «mejor conecté y que ha hecho 2.000 kilómetros hoy para estar a mi lado». El extécnico del Nàstic no se perdió el homenaje a su amigo a pesar de que estaba en Sevilla para asistir a la final de Copa del Rey entre el Athletic Club y el Mallorca. «Santi es muchas cosas, uno de los mejores jugadores de la historia del club, un sabio de fútbol, como puedo dar fe de mi etapa como entrenador del Nàstic, gran parte del éxito fue por su sabiduría y, por encima de todo, porque es una bellísima persona y se merece hacer todo lo posible para estar con él en un día así».
Santi Coch se ha desvivido por el Nàstic. Pensando siempre en el club. Como decían las camisetas que lucía buena parte de la familia Coch, un ‘One Club Man’ de manual. Un nastiquer que en su día grande tampoco dejó de mirar al verde. «Al Nou Estadi hay que entrar por la puerta que sea, pero que se entre porque el equipo siempre necesita a la afición».