David García cae eliminado en 16º de los Juegos de París

El judoka de La Canonja cayó en el Golden Score ante Gusman Kyrgyzbayev

A veces los sueños se rompen cuando uno menos lo espera. Sin aviso. De forma rápida y dolorosa. Este domingo David García vivió en sus pieles la crueldad absoluta del deporte. Los Juegos Olímpicos pasaron de sueño a pesadilla para el judoka de La Canonja que vio cómo su participación en París apenas llegaba a los 10 minutos. Se quedó fuera en un primer combate de máxima exigencia en la categoría de -66 kilos en judo que le mandó a casa a las primeras de cambio. Kyrgyzbayev fue el villano de la película. Muy injusto porque el trabajo de toda una vida se fue al traste ante un rival que en el Golden Score encontró la gloria. Un Waza-ari fue la daga que se clavó directamente en el corazón de David García que cayó eliminado.

Fue en un combate de pura exigencia e igualdad que enfrentaba al de La Canonja (Número 9 del mundo) ante el kazajo (número 26 del mundo). García salió aclamado por un público que le alentó pese a no ser local. Decía el comentarista de Eurosport que su tipo de judo, basado en el talento, es vistoso de ver y encandila a los entendidos de este deporte.

El de La Canonja entró al tatami con la mirada firme. Soltó un grito de liberación en el que expulsó toda la tensión acumulada. Una manera de soltar adrenalina antes de comenzar un combate de pura exigencia física y mental.

García tenía claro que por delante empezaba una lucha que no respondía para nada a la facilidad que uno puede pensar cuando tiene una primera ronda por delante. El noveno del mundo tenía claro que aquella era una prueba trampa. Un debut en los Juegos siempre implica un extra de dificultad y más si enfrente tienes a un rival al que ya conoces a la perfección, pero que sucede lo mismo, pero a la inversa.

Los precedentes no decantaban la balanza porque en los seis combates que habían medido al de La Canonja y al kazajo, el salvo era de tres victorias para ambos. En París tocaba desempatar. Aquella victoria tenía un valor incalculable porque sería en los Juegos Olímpicos de París. Un triunfo de mucha mayor importancia que el resto de competiciones. Es así. Nada es comparable a esta mágica competicióm.

La igualdad que se presumía antes del combate se transformó en una realidad con el paso de los minutos en el tatami. Ambos judokas buscaban es Ippon o ese Waza-ari ganador, pero no lo encontraban porque ambos resistían con fortaleza. No querían despedirse a las primeras de cambio, aunque para uno de ellos, el final ya estaba escrito.

El kazajo vio como llegaba al Golden Score con dos sanciones (shidos). Para los que no lo sepan se denomina así a este escenario que aparece cuando las puntuaciones de los dos competidores están igualadas al final de los cinco minutos de combate. El primer atleta que logra un punto adicional a partir de allí es el vencedor.

Ya en el tiempo extra, y con ambos judokas visiblemente cansados tanto física como mentalmente, García vio como cuando habían transcurrido 2:16 minutos, el mundo se le caía encima. Antes había recibido su primera sanción, pero lo que vino posteriormente fue lo más duro. Kyrgyzbayev activó una rápida contra que encontró un Waza-ari que le dio el pase directo a los octavos de final. Así se denomina a la acción que derriba al contrario sobre el tatami y este cae sobre su espalda, pero sin llegar a apoyarla toda. Esa fue la acción que destrozó el sueño de David García en los Juegos Olímpicos de París.

La otra decepción del judo

Ariane Toro Soler, una de las esperanzas medallistas de España, perdió este sábado en la primera ronda de los Juegos Olímpicos de París de la categoría de -52 kilos al caer ante la mongola Sosorbaram Lkhagvasuren por Ippon.