Joan Oriol se gana la renovación en el césped
A sus 35 años el capitán del Nàstic ha completado una temporada fantástica
y solo se ha perdido un partido, aunque le queda el deseo de subir a Segunda
Nadie puede dudar del rendimiento que a sus 35 años ha ofrecido Joan Oriol en Tarragona. Impecable. El futbolista de Cambrils ha vuelto a ser uno de los mejores laterales izquierdo de la categoría con unos números que hablan por sí solos. Ha sido el jugador con más minutos de la plantilla. De los 40 partidos que ha disputado el Nàstic se ha perdido uno solo, ante el Algeciras en el Nou Estadi, y por sanción. Vio la quinta amonestación en la jornada anterior ante el Real Madrid Castilla. Además ha aportado dos goles: uno en el empate ante el Sanluqueño (3-3) y otro en la igualada ante el UCAM Murcia (1-1).
Ha sido titular fijo y uno de los futbolistas más decisivos sobre el terreno de juego. A nivel defensivo ha cerrado su costado zurdo a cal y canto, con una hegemonía extrema, mientras que siempre que ha podido (por esquema o plan de partido) ha ofrecido una importante aportación ofensiva con sus incursiones. Y eso que no lo ha tenido fácil con el constante cambio de compañeros de banda. No ha podido tener un referente más allá de unos pocos partidos por lo que se ha ido adaptando a los distintos perfiles. Más hacia dentro cuando salía Nil Jiménez y más exterior cuando los ocupantes de esa demarcación eran Jannick, Bonilla o Carbia, entre los que más han repetido.
No ha habido un rival, más allá de alguna acción puntual, que haya podido superar a Joan Oriol en el uno contra uno. Ha demostrado que mantiene un tono físico capaz de aguantar el tipo ante los futbolistas más talentosos de Primera RFEF.
Ni su expulsión, fruto de la frustración por el pésimo arbitraje, en la final del play-off ante el Villarreal B puede empeñar un año estupendo del cambrilense en la que se le ha visto con la ilusión de un juvenil por guiar al Nàstic al fútbol profesional.
Capitán grana
El cambrilense aterrizó en Tarragona hace dos temporadas procedente del Lleida Esportiu. Un regreso a casa precedido por unas declaraciones desafortunadas en su última visita al Nou Estadi con la camiseta ilerdense. Palabras que pesaron en su momento pero que han quedado enterradas después de los dos cursos que ha ofrecido el futbolista con el Nàstic.
En su primer año desplazó a Javi Bonilla de la titularidad que había gozado en sus primeros años de grana y obligó al entonces entrenador, Toni Seligrat, a reubicar al soriano en el centro del campo. Una decisión totalmente acertada, dicho sea de paso.
Este curso, con la capitanía adquirida, la competencia directa era la de Nil Jiménez, un joven jugador con mucha proyección pero que no ha tenido ninguna oportunidad para quitarle el puesto. El de Cambrils ha peleado por quedárselo exhibiendo carácter, calidad de sobras (tiene 38 partidos en Primera División y 119 en Segunda División) y fiabilidad. Un jugador vital para conseguir esos números defensivos de 21 porterias a cero.
En menos de quince días, Joan Oriol dejará de tener contrato con el Nàstic. El club y el futbolista desean seguir unidos. Hay buena sintonía pero todavía hace falta ponerse de acuerdo para cerrar la renovación de un capitán, un jugador de casa, un tarraconense y uno de los mejores laterales de la Primera RFEF.