Gorostidi, el mediocentro del Nàstic que cotiza al alza
Frente al Cornellà completó uno de los mejores partidos con el conjunto grana
Con la baja de larga duración de Óscar Sanz ante el Deportivo se abrió un hueco en la sala de máquinas del Nàstic con dos claros candidatos a ocuparla. Ander Gorostidi y Marc Montalvo estaban listos para el reto y la primera batalla se vivió en Cornellà. El vasco, que fue baja por acumulación de amarillas frente al Deportivo, fue la apuesta de Dani Vidal para la medular, dejando al canterano de Riudoms en el banquillo.
La apuesta del técnico grana fue vencedora. Algo ha cambiado en Ander Gorostidi porque su rendimiento está alcanzando las expectativas que se generaron cuando el Nàstic le fichó hace dos mercados de verano.
La apuesta del club tarraconense por hacerse con sus servicios fue firme. No fue un fichaje nada sencillo porque se tuvo que pelear con otros proyectos potentes en lo económico y en lo deportivo que también lo pretendían. Sin embargo, Gorostidi se decantó por Tarragona.
Todo apuntaba a que el mediocentro vasco iba a ser una de las piezas indiscutibles por Raül Agné la pasada temporada, pero no fue así. Ni el técnico de Mequinenza, ni Iñaki Alonso después, ni Dani Vidal en la recta final del curso pasado le terminaron de entregar las llaves de la sala de máquinas. Pese a ello, el vasco sumó 21 titularidades en los 28 partidos que disputó. Una participación importante, pero que no fue suficiente como para que alcanzara su esplendor.
Durante el verano, Gorostidi fue uno de los nombres que apareció en la lista de posibles bajas, pero Dani Vidal siempre tuvo claro que estaba en sus planes. Consideraba al mediocentro un jugador más que recuperable. Es más, confiaba en recuperar su potencial hasta hacerle alcanzar el nivel que llegó a exhibir en el fútbol profesional de la mano del Alcorcón en la temporada 2020-201 en la que llegó a disputar 28 partidos de titular en la categoría de plata con solo 24 años.
Al vasco le ha costado este año todavía más que el anterior tener minutos en la medular. No ha sido solo una consecuencia de que su despegue haya tardado más de lo esperado, sino de que la competencia en la sala de máquinas ha crecido. Borja Martínez y Óscar Sanz se unieron a Marc Montalvo en uno de los centros del campo más talentosos, competitivos y variados de la categoría. A Gorostidi le costó encontrar su sitio, pero en las últimas semanas todo ha cambiado. Un cambio de posición y una menor competencia en la sala de máquinas le han servido en bandeja dejar de ser un actor de reparto desde el banquillo para ser protagonista.
El mediocentro vasco ha alcanzado en estos últimos tiempos su mejor nivel como jugador del Nàstic. Frente al Arenteiro, Gorostidi actuó de trequartista por delante de la línea de dos mediocentros. Frente al conjunto gallegó ofreció un rendimiento muy firme, jugando más cerca del área. Aportó presencia física y llegada de segunda línea jugando algo más descolgado.
Una actuación firme que solo quedó empañada por una tarjeta amarilla demasiado prematura que le hizo jugar con el pistón echado y sabiendo que la semana siguiente sería baja frente al Deportivo por sanción.
La baja de Sanz provocó que Gorostidi jugara de mediocentro junto a Borja Martínez ante el Cornellà. Allí no tuvo la libertad ofensiva de la que gozó frente al Arenteiro, pero también rindió a las mil maravillas. Ofreció recorrido, presencia en la medular y le sobró tiempo para pisar área. Una volea suya casi desata el delirio y luego firmó una jugada para el recuerdo en la que exhibió verticalidad y cintura para filtrar un pase con el exterior que dejó solo a Pablo Fernández en el mano, aunque no acertó en la definición.
A los 65 minutos, el vasco dijo basta. Una sobrecarga le obligó a parar y ser sustituido. Sin embargo, fue una hora y cinco minutos en la que el vasco dejó las cosas claras. Ander Gorostidi lanzó el mensaje de que está mejor que nunca. Ha llegado a tiempo para la recta final. Cotiza al alza.