El Juvenil A del Nàstic pone velocidad de crucero
Después de ascender a División de Honor, conjunto dirigido por Àlex Accensi pasa a las semifinales de la Copa Catalunya, donde espera el Espanyol, tras imponerse al Sant Cugat en los penaltis
El Juvenil A de Àlex Accensi ha cogido velocidad de crucero. Después de ascender a División de Honor, este domingo se clasificó para disputar las semifinales del Campionat de Catalunya Juvenil, donde les espera el Espanyol. Los granas vencieron al Sant Cugat con todas las de la ley, y es que, a pesar del empate en los noventa minutos, dominaron el choque de principio a fin.
Ese impulso de jugar en el Nou Estadi fue claramente un valor añadido para este Nàstic, que salió motivado y a morder. Con muy buenos movimientos entre líneas y una presión intensa, los de Accensi incomodaron a un Sant Cugat al que le costó mantener el esférico en posesión y que tuvieron que correr tras él.
Los granas se hicieron dueños del partido bien pronto, y tuvieron oportunidades para adelantarse antes. La primera clara vino pasados los cinco minutos de juego, cuando, en la línea de fondo y tras una pugna en el carril derecho, Marc Moreno robó un balón a Joan Arnau, y definió cerca del palo derecho de la portería de Àlex García.
No perdonaría más el conjunto tarraconense, y es que, un par de minutos después, Emmanuel Wanjala filtraría un pase para Nacho Carbajosa, que, desde la parte derecha del área grande, lanzaría un potente centrochut raso que acabaría tocando en la defensa e introduciéndose dentro de la portería.
El gol no frenó a los tarraconenses, que no se relajaron y que pudieron anotarse el segundo después de que Jan Virgili se plantara solo ante García. Sin embargo, la vaselina del ‘11’ se marchó rozando el larguero.
Necesitaba reaccionar el Sant Cugat y así lo hizo. Los de Joel Bravo se revolvieron, le pusieron una marcha más a la presión en salida y se abonaron a la velocidad para hacer daño a la espalda. Y, precisamente, tras una carrera por el flanco derecho, Mamadi Traoré puso un pase tenso al corazón del área que Ot Rodó convirtió en el empate.
Los barceloneses intentaron avivar el suflé provocado por el gol, pero los pupilos de Àlex Accensi recuperaron la claridad y el dominio del esférico. De hecho, el inicio de la segunda mitad fue una calcomanía del de la primera: el Nàstic gobernando desde el primer pitido.
Las ocasiones no tardarían en volver a llegar. Ubai Cardona tuvo hasta tres lanzamientos desde fuera del área que se marcharon rozando los palos de la portería de Àlex García. El papel dominador del conjunto grana era incontestable, pero el Sant Cugat aguantaba bien atrás y seguía buscando la espalda de la zaga, aunque las fuerzas para presionar la salida del Nàstic ya se agotaban y tocaba bloque bajo y recular.
Ese ataque y gol de los locales se intensificó con el paso de los minutos. A veinte del final, Antonio Berzosa anuló por fuera de juego un gol de Agustín Gutiérrez, que cazó un rechazo de García a un disparo desde la frontal de Sergio Pachón.
Las tuvo el Nàstic y la tuvo el Sant Cugat, que estuvo muy cerca de llevarse la victoria en una acción de Jan Soldevila por banda izquierda que casi acaba en el uno a dos. Al final de los noventa minutos, todo seguía igual y se decidió en la tanda de penaltis, donde los fallos de Joan Diego Vàsquez y de Ernest Trench por parte del Sant Cugat sirvieron para que el Nàstic, que no erró, sellara el pase a las semifinales.