Luces, fuego y rugidos en las alturas de Tarragona

Motos sobrevolando la Tarraco Arena. Freestyle World Tour ha aterrizado este sábado en Tarragona para, al ritmo de la música y a la estela del fuego y de las luces, abrir las 5.000 bocas que se han congregado para observar a algunos de los grandes pilotos de esta modalidad.

Dany Torres, campeón del mundo de los Red Bull X-Fighters y rider con más títulos de freestyle de motocross de todo el país; Pedro Moreno, cuatro veces campeón de España; Guillem Navas, medalla de bronce en los X-Games; Javi Dols ‘Jabato’ y Raül Lerena. Los cinco se han encargado de hacer vibrar al público con saltos, acrobacias, piruetas y el rugido de los motores.

Rugido que ha llegado hasta los quince metros de altura y que se ha mantenido durante recorridos de hasta treinta metros, y rugido que solo se veía interrumpido por las ovaciones del público, anonadado ante las virguerías de los pilotos: cliffhangers, bart attacks, backflips, supermans, can cans... piruetas de todos los colores y de todos los sabores.

Ya cuando se han abierto las puertas –una hora y media antes de que el espectáculo diera el pistoletazo de salida– se ha respirado un gran ambiente en los aledaños del recinto.

Y es que ha sido una gran oportunidad para familias y público de todas las edades. Como denominador común, las ganas de gozar con uno de los shows más feroces en lo que a freestyle se refiere.

Feroz ha sido la presentación del quinteto de acróbatas que han helado la piel de la Tarraco Arena. Raül Lerena ha sido el primero en rugir, ‘Jabato’ lo ha seguido, Guillem Navas ha sido el tercero en pasar a la acción y los campeones Pedro Moreno y Dany Torres han terminado de poner a punto a un público ya entregado.

Y es que el olor del gas ha penetrado en los espectadores, asombrados, enchufados y animados por los protagonistas, que han disfrutado y han hecho disfrutar a los presentes, a cada salto más parte de un alboroto que ha desembocado en una algazara de admiración posterior a cada acrobacia.

El nivel y, en consecuencia, la dificultad de las mismas han ido en aumento a medida que han pasado los minutos. Asistentes y pilotos se han retroalimentado y el show ha ganado en riqueza e intensidad. Tanto, que hasta se ha abierto la veda de las acrobacias en pareja.

Después de más de dos horas de intenso espectáculo, el público ha quedado saciado pero a la vez con ganas de repetir. Freestyle World Tour ha dejado huella en Tarragona tras abrir el año en Oporto el pasado 27 de enero, y se desplaza ahora hasta Madrid para actuar el próximo sábado en la Cubierta de Leganés.