Fallece Santi Coch leyenda del Nàstic de Tarragona
El jugador con más partidos de la historia del club grana ha muerto este jueves a la edad de 64 años
El Nàstic ha perdido este jueves a una de sus leyendas más emblemáticas. Santi Coch Castillo falleció a la edad de 64 años. El jugador que más veces ha vestido la camiseta del equipo grana (528 encuentros), que lució el brazalete de capitán durante 11 de las 17 temporadas que residió en el primer equipo (1977-1994) deja un hueco enorme en el corazón de toda la familia nastiquera.
Será difícil, por no decir imposible, que alguien pueda lucir el dorsal ‘3’ del Nàstic como lo hizo Santi Coch. Sus números son inalcanzables, su naturaleza, también. Un lateral zurdo temible. Con su icónico bigote, señal de una época que distinguía a esos jugadores aguerridos que hacían comer el polvo a sus rivales, representaba en el campo todo lo que debía ser un jugador del Nàstic: «entrega, liderazgo, implicación, pertenencia, carácter y personalidad», como le definió el club grana en el comunicado emitido ayer.
Nacido en Vimbodí i Poblet, llegó al Nàstic junto con sus dos hermanos, Ramon y Enric. Los tres compartieron el verde durante las temporadas 1986-87 y 1990-91. Partidos inolvidables para una saga que daría tres jugadores granas más: Aleix, Denís y Joel.
Santi fue el más longevo de todos. El que consiguió convertirse en un ídolo y referente de la grada. En el capitán que enseñó a amar al Nàstic y defender su escudo a todos y cada uno de los jugadores que pisaron el vestuario del Nou Estadi durante su ‘capitanía’. Un futbolista que elevó en Tarragona el concepto ‘One Club Man’, hombre de un solo equipo.
Tras su retiro siguió vinculado al Nàstic. Fue asistente de Pere Valentí Mora y de Ramón Moya. También entrenó al filial, el CF Pobla de Mafumet al que ascendió a Tercera División. Jordi Abella, actual preparador físico del Nàstic, y Juan Vizcaíno formaron parte de su staff técnico. Volvió al primer equipo como miembro de la secretaría técnica y luego como miembro del cuerpo técnico de Vicente Moreno, con el que tejió una gran amistad.
El pasado mes de abril, Santi Coch pudo disfrutar de uno de los «días más felices de su vida», como aseguró él mismo. Fue en el merecido homenaje que le dio el club. Primero, renombrando la puerta 8 de Tribuna del Nou Estadi como ‘Porta Santi Coch’. Un honor que solo han tenido dos jugadores de la historia de la entidad. Él y Valero Serer, máximo goleador del club.
Luego llegó el turno del reconocimiento en el verde. En su hábitat natural. En ese carril que tantas veces recorrió arriba y abajo. Bajo una ovación sonora. Una de las más bellas que se han oído en el Nou Estadi. Desde todos los rincones del hogar de todo el nastiquismo se pudo notar el confortable abrazo de un afición rendida a una de sus leyendas.
Tras conocerse el fallecimiento del exjugador, Lluís Fàbregas, presidente del Nàstic, señalaba que era «un día triste para los nastiqueros, nos ha dejado nuestro capitán». El dirigente tarraconense compartió vestuario con Santi Coch y también viajes en coche. El ‘3’ eterno del Nàstic pasaba por Valls para recoger a un joven Fàbregas, que competía con su hermano Enric por un puesto en el equipo, y llevarlo a las instalaciones del club para entrenar. De esa etapa, el dirigente recuerda «que nos abrió las puertas del vestuario, nos acompañó siempre y nos enseñó lo que era el Nàstic, lo que significaba ponerse la camiseta y defender el escudo del club».
Josep Maria Andreu, consejero y expresidente del Nàstic, también se mostraba afectado por la muerte de Santi Coch: «Ha sido un referente, una persona querida por todos. Siempre lo he tenido a mi lado. En los buenos y en los malos momentos. Es una pena la marcha de una persona tan joven. Es un golpe muy duro».
El Nàstic pierde uno de sus emblemas. Un nastiquer único. Un defensor de uñas y dientes de su Nàstic. Desde hoy, ocupa un lugar que se merece más que nadie. Justo entre el escudo, el himno y el estadio. Donde reposan las grandes leyendas.