El repentino e inesperado cambio en el banquillo del rival del Nàstic
Hace dos jornadas, la Ponferradina decidió cesar a Iñaki Vélez con el equipo cuarto a dos puntos del liderato. Juanfran García, el nuevo míster, debutó con derrota
Cuando el fútbol se ha convertido en un deporte en el que solo existe el hoy, ya poco sorprende, aunque a veces hay decisiones que lo siguen consiguiendo. Hace dos jornadas, la Ponferradina terminaba en cuarto lugar a solo dos puntos del liderato en manos del Deportivo tras empatar a cero en El Toralín frente al Lugo.
Nada podía hacer pensar que iba a ser una semana de decisiones drásticas y nervios en los despachos. Pues bien, se dio lo inesperado porque la entidad del Cierzo decidió prescindir de los servicios en el banquillo de Iñaki Velez.
Fue una decisión absolutamente sorprendente porque el técnico vasco tenía a su equipo bien colocado en la pomada por el ascenso directo y pese a acumular tres jornadas sin ganar era considerado uno de los conjuntos claramente candidatos a conseguir el ascenso. Nadie vio venir su cese, pero lo cierto es que se produjo.
Su relevo en el banquillo fue todavía más sorprendente. La Ponferradina no apostó por una novedad, sino que dio un paso atrás. Volvió al pasado para firmar a Juanfran García al frente del equipo.
El técnico con el que había perdido la categoría en Segunda División la pasada campaña tras llegar a falta de solo siete partidos y no poder obrar el milagro de la salvación. Pese a ello, «guio al equipo en una reacción que aunque no permitió alcanzar la permanencia ya muy difícil, sí mejoró las prestaciones y los resultados». Así lo definía la entidad blanquiazul en el comunicado oficial que confirmaba su regreso.
El exfutbolista internacional con España debutó la jornada pasada y no hizo bueno el dicho de «entrenador nuevo, victoria segura». La Ponferradina se dio de bruces con la realidad de la categoría, esa que exige siempre calma en la toma decisiones, pero que a veces no se tiene.
El equipo del Bierzo cayó en su visita a Tarazona (2-0) en un encuentro en el que un rival que pelea por la permanencia le pasó por encima. «Solo con calidad y talento no llega. O se compite, o no vale». Eso aseguraba Juanfran García en la rueda de prensa previa al duelo de mañana ante el Nàstic en El Toralín. El nuevo técnico tiene claro que la Primera RFEF es un cuchillo afilado que corta si no se anda concentrado. Lo dejó claro con unas palabras que espera que resuenen en el vestuario.
Lo cierto es que la Ponferradina tiene una de las plantillas más completas y talentosas de toda la categoría. Samuele Longo, Yuri De Sousa y Borja Valle, entre otros, son algunos de los nombres propios más atractivos de un equipo plagado de recursos.
Entre todos estos jugadores hay un exgrana como Nil Jiménez, héroe en las semis del playoff en Vigo hace dos temporadas al ser el autor del gol frente al Racing Ferrol, y que este verano firmó por la Ponferradina tras no renovar con el Nàstic.
Un arsenal infinito que ha visto como ha perdido al capitán de su nave sin previo aviso. Está claro que la Ponferradina apuesta fuerte por el ascenso y el regreso al fútbol profesional y por eso no le ha temblado la mano a la hora de agitar el asunto cuando lo ha considerado oportuno. Una decisión arriesgada que el tiempo terminará juzgando.