Martí Casas, la historia de su fichaje y su explosión por el Reus Deportiu

Martí Casas fue uno de los jugadores más aclamados en la celebración de la Copa y su conexión con Reus es total

Martí Casas decidió recalar en el Reus Deportiu hace dos veranos tras completar una temporada antológica en el Calafell. 59 goles en 45 partidos fueron las estadísticas de videojuego que le convirtieron en uno de los jugadores más diferenciales del hockey europeo y le ayudaron a ganar la WSE Cup con el Calafell. El Reus se lanzó a por uno de los atacantes más cotizados del momento y se llevó una puja en la que pesó lo deportivo por encima de lo económico.

Casas, que antes de recalar en el Joan Ortoll había estado durante tres temporadas y media en el Forte dei Marmi de Italia, apostó por firmar por el Reus Deportiu. Acababa de ser padre y no quería marcharse lejos de casa. Por eso rechazó ofertas de ese mercado luso en el que los billetes sobran.

El primer año de Casas en Reus fue bueno. Jordi García le prometió relevancia y una mejoría como jugador que ha llegado. Casas ahora sigue marcando muchos goles, pero su incidencia en el juego ha crecido. Ahora ya no es solo un devorador del gol.

En su primer año de rojinegro, el de Mataró marcó 28 goles en 45 partidos. Unas estadísticas notables, pero que se quedan en nada si se comparan con esta temporada en la que su nivel se ha disparado. Ahora mismo Casas es uno de los mejores jugadores del hockey mundial. Sus nueve goles en la Copa del Rey que le han valido para ser el MVP y el máximo goleador de la competición han disparado sus registros a 38 goles en 36 partidos. Su récord son los 62 tantos en 48 partidos que consiguió en el curso 2018/2019 con el Forte dei Marmi. Eso todavía queda lejos, pero hay mucha temporada por delante.

Martí Casas se ha convertido en el nuevo ídolo de la afición que celebra sus goles con esa pasión por el hockey que se respira en Reus. «Sois el mejor club del mundo y me lo estáis demostrando». Un aviso para aquellos navegantes que le tienen en su órbita. El de Mataró se siente en casa.