El Nàstic de Tarragona reencuentra su camino
El conjunto grana venció al Barakaldo tras completar una segunda mitad que mejoró y mucho a la primera. Presión alta, amenaza ofensiva y portería a cero

Hay imágenes que lo dicen todo. La que ilustra esta noticia es una de ellas, porque resume perfectamente la victoria grana frente al Barakaldo. Un triunfo en el que Marc Montalvo fue protagonista tras marcar el gol de la victoria, en un arte en el que no se esperaba su irrupción, y en el que Dani Rebollo consiguió su segunda portería a cero consecutiva.
El 1-0 es el resultado que el Nàstic de Dani Vidal hizo suyo la pasada temporada. Ese en el que se golpea solo una vez, pero es suficiente.
Una reacción con mucho mérito
El descanso sirvió de punto de inflexión. No solo porque el Nàstic venía de una mala primera parte, sino porque arrastraba varias semanas sin alcanzar su mejor versión. En Tarazona, el equipo no convenció en fase ofensiva y, ante el Barça Atlètic, aunque ganó, las sensaciones tampoco fueron las mejores.
La primera parte contra el Barakaldo fue floja. El Nàstic fue un equipo temeroso, con falta de personalidad con la pelota y sin ritmo de juego. El Barakaldo lo fue metiendo poco a poco en la trampa de la intrascendencia. Así lo reconocía Dani Vidal tras el partido:
«Nos habría gustado que el juego fuese más fluido, con menos interrupciones. El Barakaldo es un equipo incómodo. Ha sido un encuentro muy disputado».
Un Nàstic dominador tras el descanso
Dani Vidal no cambió nombres, pero sí el aire del equipo. El conjunto grana volvió a parecerse a ese equipo que asfixia al rival y lo encierra en su área.
«En la segunda parte hemos tenido más profundidad y hemos mejorado», explicaba Vidal.
El Nàstic supo tener más calma con la pelota y acelerar cuando tocaba. Los reinicios fueron más limpios y el Barakaldo tuvo que correr más y peor detrás del balón.
El equipo no solo atacó bien en estático, sino que también supo encontrar los espacios. Y ahí, el protagonista siempre es el mismo: Antoñín Cortés, especialista en transiciones. Solo le está faltando mayor claridad en la definición para aumentar su cuenta goleadora.
Montalvo premia la ambición
Tras unos primeros 20 minutos de dominio absoluto en la segunda mitad, el Nàstic daba la sensación de haber dejado escapar la oportunidad de golpear. El 0-0 parecía inamovible.
Pero Montalvo apareció en los últimos minutos para hacer justicia con su gol y premiar la ambición grana. Además, el equipo supo defenderse con y sin balón cuando el Barakaldo buscó el empate a la desesperada. Fue ese bloque defensivo que debe ser para soñar con el ascenso.
Un Nàstic que sigue soñando
Con este triunfo, el Nàstic acumula tres jornadas invicto, con dos victorias en tres partidos y dos porterías a cero consecutivas.
A falta de 10 jornadas para el final de la temporada regular, los de Dani Vidal son terceros, con la Ponferradina, segunda, a solo tres puntos.
Hay motivos para seguir soñando. Muchos.