El gran Sergi Aragonès conquista el Joao Rocha (Sporting 5-7 Reus)

Exhibición del jugador rojinegro con tres goles y una asistencia

Hay partidos que quedan para la historia y el vivido entre Sporting y Reus será uno de ellos. Fue tan bonito como anárquico con dos equipos que impusieron el talento ofensivo a los grilletes. El conjunto rojinegro completó un ejercicio de fe, coraje y competitividad para asaltar la pista lusa y dar un paso de gigante en la clasificación a la final a ocho. En esa actuación destacó la figura de Aragonès que simplemente cosechó su mejor actuación como rojinegro y mira que ya lleva partidos para el recuerdo en su botín.

Los primeros minutos de partido iban a ser un claro ejemplo de lo que iba a acontecer durante el resto del duelo. Romero marcaba a las primeras de cambio, Aragonès empataba y de nuevo el argentino emergía para meter otro latigazo. Font clavó una directa para poner el 3-1 y a los reusenses contra las cuerdas.

Ahí apareció el alma rojinegra para reaccionar con una furia inesperada. Compagno, Gelmà, Aragonès y de nuevo Gelmà clavaban cuatro goles para darle totalmente la vuelta al marcador y colocar a los de Jordi García con una ventaja de dos goles al descenso.

Aragonès estaba en trance en una de esas actuaciones que le consagran como uno de los jugadores más determinantes del panorama actual. Marcó dos goles, asistió en uno de ellos y anduvo correteando por toda la pista en una primera mitad de bandera.

Si la primera mitad no fue suficiente, Aragonès comenzó la segunda de la misma manera. Imparable. Otra jugada de mago para silenciar el Da Rocha y colocar el 3-6. Le salía todo a un jugador que ya celebraba con una sonrisa que inundaba su rostro.

Souto podía recortar distancias, pero en la directa aparecía Zapater para evitarlo con una gran parada. También pudo marcar el séptimo Julià tras una azul a Platero, pero Giräo le ganó el duelo.

A falta de 11’, Romero marcaba su tercer gol de la noche y ajustaba algo más el marcador. Souto iba a meter el mierdo en el cuerpo con el 5-6 a tres del final. Ahí aparecía un hombre que no lo había hecho hasta el momento y Julià ahora sí parecia sentenciar el partido. El Reus conquistaba el Joao Rocha. El paso de gigante es tremendo,

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