El futbolista Hugo Mallo, a juicio acusado de abuso sexual a la mascota del Espanyol
El gallego fue denunciado en 2019 por una joven que trabajaba como mascota del club ‘periquito’
El exfutbolista del Celta Hugo, actualmente en el Internacional de Porto Alegre brasileño, será juzgado el 11 de julio tras ser denunciado por presunto abuso sexual, antes de un partido disputado en 2019 en el estadio de Cornellà, a una joven que trabajaba entonces como mascota del Espanyol.
El jugador gallego, de 32 años, introdujo las manos bajo el disfraz de la joven «y le hizo tocamientos en los pechos», según recoge la denuncia presentada ante los Mossos d’Esquadra. «Según la declarante, le cogió los pechos con las manos y comenzó a hacer movimientos», se añade en la denuncia de la supuesta víctima.
Hugo Mallo será juzgado por supuesto abuso, y no como agresión sexual, al aplicarse el Código Penal vigente en el momento de los hechos, el 24 de abril de 2019.
La acusación y la Fiscalía solicitan 24 meses de multa para Hugo Mallo. Al futbolista se le imputa un presunto delito cometido sobre el césped y ante el público presente en Cornellà, antes de un encuentro de Liga retransmitido por televisión, durante el saludo entre los jugadores de ambos equipos poco antes de la disputa del Espanyol-Celta de la temporada 2018-2019.
Al llegar a la posición de las mascotas, concretamente a la mascota periquita al final de la fila, se habría producido el presunto abuso cometido por Hugo Mallo, que entonces era capitán del Celta.
«Cuando Hugo Mallo llegó a la altura de las mascotas, al periquito le dio mano como se hace habitualmente pero cuando llegó a la Sra. Ana (nombre ficticio), que en ese momento estaba haciendo el papel de la periquita, éste introdujo las manos bajo el disfraz y le hizo tocamientos en los pechos», recoge la denuncia desvelada este martes por el diario As. La joven presentó una denuncia oficial ante los Mossos al futbolista al día siguiente.
El Código Penal establece castigos de entre uno y tres años de prisión o de 18 a 24 meses de sanción económica a quien «sin violencia o intimidación y sin que medie consentimiento, realizare actos que atenten contra la libertad o indemnidad sexual de otra persona».
La víctima declaró el 27 de junio de 2019, y también lo hizo en calidad de testigo el joven que trabajaba como mascota periquito, quien, según desvela As, «describió el estado de nerviosismo de ella posterior a la escena y cómo le confesó lo presuntamente sucedido». También se presentaron como prueba las imágenes en vídeo que se habían podido recopilar del instante del presunto abuso, aportadas tanto por la defensa como por Mediapro y LaLiga.
Género desconocido Hugo Mallo, citado a declarar ante el juez el 10 de julio de 2019, defendió su inocencia y negó la comisión de algún delito. Su versión en los tribunales se basó en que saludó con normalidad tanto a los futbolistas como a las mascotas, cuyo género dijo desconocer, y en que estaba concentrado en un partido donde el Celta se jugaba la salvación en Primera División, sin reparar en si la periquita había retrocedido en el momento de su saludo.
El 25 de septiembre de 2019, el Juzgado de Instrucción número 2 de Cornellà acordó el sobreseimiento provisional de la causa «por no quedar debidamente justificada la perpetración de delito de abuso sexual que se describía en la denuncia».
«De las diligencias de la instrucción practicadas no ha resultado indicio alguno del que se desprenda la comisión de los hechos denunciados, más allá de la declaración de la denunciante», señaló entonces dicho tribunal.
El recurso de sobreseimiento de la causa solicitado por Hugo Mallo fue desestimado el 14 de noviembre de 2019, por lo que el futbolista deberá sentarse en el banquillo dentro de seis meses en el Juzgado de lo Penal número 19 de Barcelona, tras ser aplazado inicialmente el juicio oral previsto para el pasado 25 de mayo.