Dani Vidal: «Quiero darle al club muchos motivos para renovar»
El entrenador del Nàstic ha encauzado al equipo en la línea que debería haber estado desde el principio hasta el final de temporada
Dani Vidal (Reus, 30 años) está aprovechando su momento. Hace un mes que asumió el cargo de primer entrenador del Nàstic, en sustitución de Iñaki Alonso. Cuatro partidos en los que ha logrado un ritmo de 1,75 puntos por partido. Una media de play-off, si hubiera empezado el curso. Parece que le va a faltar tiempo, pero espera ganarse la confianza para liderar el próximo proyecto grana.
¿Lleva poco más de un mes en el cargo, qué ha supuesto este tiempo?
Un mes de mucho trabajo. De ubicarme en el nuevo rol. Conocer y encajar con Manolo Martínez. Con el resto del cuerpo técnico era más fácil porque ya nos conocíamos. Con muchas prisas todo, de sacar resultados. Queríamos que el equipo cogiera rápido una dirección y sumara puntos porque lo necesitaba a nivel clasificatorio. Lo seguimos necesitando, pero ahora los jugadores tienen más claro lo que queremos. Estamos seguros de que poco a poco dominaremos más registros.
¿Estás satisfecho con el rendimiento del equipo?
Sí, sin ninguna duda. Uno es ambicioso, claro, y con el déficit de puntos que llevamos, nos hubiera gustado sacar algún punto más. Pero el equipo ha competido en los cuatro partidos, con tres rivales que están entre los cinco primeros. Eso ya te dice la dificultad. Hemos ganado dos. En el campo del Barça tuvimos opciones de puntuar y en Castellón, aún en un contexto muy complicado, con un pelín de fortuna en ataque igual hubiéramos sacado los tres puntos. Ellos estuvieron muy bien. En diferentes contextos el equipo ha competido. Ha cogido la regularidad que había faltado esta temporada. No era fácil con el poco tiempo que teníamos.
¿Es el Nàstic que quiere Dani Vidal o es el mejor Nàstic posible para este contexto?
Cuando no tienes tiempo tienes que simplificar mucho. No venía a mostrar quién es Dani como entrenador, porque no había tiempo. Pero sí que soy un entrenador que en situaciones de emergencia puede sacar partido. Pero no es solo hacer hincapié en la figura de Dani. Los que juegan son los futbolistas. Entre todos hemos podido darle la vuelta a la situación.
Siete puntos de doce posibles, ¿se ha aprovechado el tiempo?
Si la comparas con la media que llevaba el equipo., está claro. Si consiguiéramos llevar esta media de la jornada 1 a la 38 estaríamos dentro del play-off. Es una situación distinta, a mitad de temporada, y necesitamos más puntos. Nuestra ilusión es ir a por ello. Volver a sumar los tres puntos este fin de semana y a ver si poco a poco podemos mejorar esa media.
Se ha visto un Nàstic cómodo en un registro pero también ante diferente tipo de rivales.
Se ha visto un Nàstic reconocible. Que tiene claro lo que quiere. El rival juega. En función de cómo te va condicionando el rival, tú no perder la idea. Eso como entrenador es de lo más difícil y lo más importante. Ver que el equipo en distintos momentos y contextos ha sido reconocible, prácticamente en el 100% de los minutos, te da tranquilidad y te hace sentir orgulloso.
El cambio de algunos jugadores ha sido brutal. ¿Cómo lo han conseguido?
Son distintos factores. Si había un punto a favor en el hecho de que cogiera el equipo era el pleno conocimiento de los futbolistas. Tanto a nivel colectivo como a nivel individual y, sobre todo a nivel personal. Cada jugador es una persona diferente y la clave está en tratar a cada futbolista diferente, sin hacer diferencias. Es una línea muy fina. No puedes equivocarte. En este aspecto la figura de Manolo Martínez ha sido esencial.
¿En qué sentido?
Nos ha traído un punto de vista diferente. Para lo bueno y para lo malo estábamos ‘contaminados’ de todo el año y Manolo nos trajo una visión desde fuera. Ha sido importante para sacar el máximo de los jugadores a nivel individual.
¿Cómo se fragua este tándem Dani Vidal-Manolo Martínez?
Tenía claro que cuando tuviera la oportunidad de entrenar a nivel profesional iba a necesitar en las primeras etapas con alguien dentro del cuerpo técnico que me diera la visión de jugador. A nivel de fútbol profesional no he jugado y hay cosas que el jugador siente y yo no lo he vivido. Necesitaba a alguien de confianza que pudiera trabajar conmigo y trabajar ese plus. Cuando me hago cargo del equipo me ofrecen la posibilidad de fichar a un ayudante con un perfil así. El club me propuso la figura de Manolo Martínez, a quién conocía de hace años. Fue una decisión superacertada. Estoy muy contento de poder contar con él.
¿Vives mucho los partidos, pero qué se le pasó por la cabeza cuando se levanta por primera vez en el Nou Estadi como máximo responsable?
No tuve tiempo de pensarlo. Disfruté y fui yo, como he hecho siempre. Estoy viviendo los partidos con tranquilidad. La gente dirá que no paro. Es verdad, pero es mi manera de vivir el partido tranquilamente. Me aíslo de todo.
Entrenador más joven de las tres primeras categorías del fútbol español. ¿Qué le dice?
Se puede mirar así o que llevo desde los 16 años entrenando. Son 14 años. Le quito un poco de importancia o de relevancia. Igual se la doy con el paso de los años. Es un premio a muchos años de esfuerzo. También de confianza por parte del Nàstic. No es fácil superar el prejuicio de la edad y apostar por un entrenador tan joven en una situación tan delicada. Fueron valientes.
¿Cómo asumiste ese momento?
Con mucha responsabilidad. Lo primero que pensé es: «Has trabajado toda la vida para esto. Ahora te toca. A sacar partidos y devolverles la confianza». Sigo sintiendo lo mismo.
¿Y en tu casa, en esa casa tan nastiquera, cómo sentó que fueras el técnico del Nàstic?
Se enteraron por la radio. No me dio tiempo ni a llamarlos. Creo que lo viven de manera distinta. Es tu mujer, tu familia, tus padres, hermanos, etc. Están muy ilusionados. Responsabilizados también porque saben que en este trabajo se necesita ganar partidos, pero me ven tan tranquilo que les hace estar a ellos también de la misma manera.
No eres el primero de la familia que llega al primer equipo. Tu hermano Iván debutó en una Copa Catalunya en Vilafranca.
Llevamos toda la vida vinculados al club. En esos días en los que subían a entrenar al primer equipo veníamos. Era un motivo de orgullo que pisaran el Nou Estadi aunque solo fuera para entrenar.
Marc Álvarez, Marc Montalvo, Dani Parra, Pol Domingo, etc. Han crecido contigo y ahora os juntáis en el primer equipo.
Los conocía muy bien cuando asumí el cargo del primer equipo. A unos más y otros menos, pero todos los había entrenado. Pero más que el conocimiento que tenía de ellos, me han ayudado más a mí, a transmitir las ideas que queríamos cambiar. Soy un entrenador reconocible, tengo las ideas claras y sabían que había ciertos matices que no se iban a negociar. Por eso ha sido un punto a favor que estuvieran en el primer equipo.
También en el filial hay futbolistas que conoces bien, como Querol. ¿Les veremos debutar?
No nos vamos a llevar nunca a chicos de relleno. Hasta ahora han venido convocados, pero hemos creído que tenían que ser otros lo que salieran al campo. Puede ser. Si en algún partido creemos que la solución está en alguno de ellos y están preparados, no nos temblará el pulso.
¿Qué le falta a este Nàstic?
Soy realista, de los cuatro partidos si hubo alguno que nos dejó más cosas para mejorar fue la victoria ante el Calahorra. En esa fase ofensiva hay que tener las ideas más claras. No te tienes que engañar, no siempre tiene que ser para atacar, a veces es para llevar el tiempo del partido. Si te pones 2-0 lo más fácil es dormir el partido con balón para obligar al rival a asumir más riesgos y quizás encontrar el gol en transición, donde nos sentimos más cómodos. Hay que dar ese pasito ahí.
Dice que tiene innegociables. ¿Se refiere a la presión y la intensidad para llevarla a cabo?
Es innegociable para mí y para cualquier entrenador que venga al Nàstic. Porque es innegociable para la afición. Es la manera en que conviertes al Nou Estadi en el jugador número 12. Aquí, en casa, cuando la grada aprieta, el rival lo pasa fatal. Si para contar con ellos tienes que ser agresivo, presionar arriba, lo tienes que hacer. Si encima es un aspecto fundamental para mis equipos, pues es mucho más fácil.
Miremos al futuro. ¿Se puede hacer cuentas para algo?
Prefiero no hacerlas. Nos ha ido bien así. Sin ponernos ninguna losa de tener que sumar ‘x’ puntos. Solo ganar el siguiente. Si conseguimos enlazar victorias, quizás, y digo, quizás, podamos recuperar esperanzas. Pero ahora mismo, hay que pensar en ganar a La Nucía, porque necesitamos hacerlo.
¿Y tu futuro más allá del 30 de junio?
Yo quiero darle al club muchos motivos para renovar. Cuantos más puntos saque y partidos gane, más motivos le daré para poder continuar la temporada que viene. Es lo que depende de mí y lo que necesita el club.
Su primer trabajo con el primer equipo fue con Toni Seligrat.
Colaboré a nivel de informes, tanto de rival como de equipo propio. Cuando me lo permitían los horarios, en esos momentos estaba con el División de Honor, iba al partido. En la media parte le proponía imágenes de situaciones del partido para dar la perspectiva desde la grada. Me trató muy bien. Fue un periodo muy corto de tiempo, porque fue la temporada que cogí a la Pobla en Tercera División tuvo que dejar de hacerlo. Muy agradecido.
¿Qué entrenador le ha marcado más en todo este tiempo en el Nàstic?
Raül (Agné) me ha marcado mucho. Además de una relación profesional se ha hecho una relación personal. Ha sido una persona que me ha enseñado mucho a llevar el día a día de un equipo profesional, manejar lo que rodea el fútbol, la gestión de un vestuario. Raül es Raül y Dani es Dani. Hay situacoines que lo haré diferente. Ni mejor ni peor. Pero ese aprendizaje, abrirme la puerta el primer día, el aprendizaje, etc. Sabía que yo quería entrenar el día de mañana y siempre me dijo: «Aquí vas a tener sitio y espero ayudarte para que el día que te llegue la oportunidad estés lo más preparado posible». Estoy hiperagradecido.