Empate de altura entre el Nàstic de Tarragona y el Andorra

El conjunto grana se adelantó con gol de Pablo Fernández, pero Lautaro de León lo igualó antes del descanso

Nàstic y Andorra se repartieron el botín de puntos en un partido de altura en el Nou Estadi. Dos equipos con las ideas claras, con personalidad para ejecutarlas y con talento diferencial en sus filas. Pablo Fernández adelantó a los granas, pero Lautaro de León apareció justo antes del descanso para firmar la igualada definitiva. En la segunda mitad, el Andorra tuvo un larguero y el Nàstic rozó el triunfo hasta en tres ocasiones coincidiendo con la entrada de David Concha y Álex Jiménez desde el banquillo. Un punto de vértigo entre dos equipos que apuntan a estar en la pomada durante la primavera.

En los partidos de la verdad Dani Vidal sigue apostando por Pablo Fernández y Antoñín Cortés en el frente del ataque. Tras tres partidos seguidos con el malagueño partiendo como suplente, le tocó volver al rol de titular ante el Andorra. Esa fue la gran sorpresa en el once, aunque en el fútbol nada es casualidad, aunque en ocasiones lo parezca. Con el paso de los minutos todo tuvo sentido...

El Andorra estaba siendo un equipo combinativo y atrevido en el Nou Estadi. Los de Ferran Costa estaban demostrando porque son uno de los mejores conjuntos de la categoría. Jugadores con muy buen pie, a los que la pelota no les quema y que tienen esa capacidad para someter al rival porque su talento les da potestad para ello. El Nàstic había soportado durante los primeros 25 minutos un buen inicio visitante en un partido bastante parejo. Eso sí, el Andorra había tenido la ocasión más clara en el minuto 11 con un disparo que se había estrellado de Josep Cerdà. Se salvaron los granas y luego apareció la fe y el talento para marcar diferencias.

En un fútbol cada vez más lleno de números se agradece tipos que juegan con el corazón. De esos que conciben el verde como una guerra en la que dejarse el alma en cada minuto que yacen sobre él. De esos que en ocasiones se olvidan de las flechitas para acudir a cada jugada con la fe por bandera. El Nàstic había comparecido en el Nou Estadi con dos futbolistas de ese perfil en el frente de ataque. Antoñín Cortés y Pablo Fernández son delanteros de mucho talento que conciben el juego de la misma manera. No escatiman en esfuerzos y entienden que el éxito llega por insistencia.

Premio a la fe grana

Los dos delanteros del Nàstic fabricaron el primer gol de la tarde cuando se estaba a punto de cumplir la media hora de juego. Los dos arietes creyeron en una jugada solo para devotos. Antoñín Cortés inició una presión sin balón desde su campo. Buscaba el milagro porque el Andorra estaba preparado para salir con orden y con tiempo, pero el malagueño generó alboroto y no estaba solo en la tarea. Oier buscó a Morgado en la media luna y ahí apareció Pablo Fernández para detectar la duda y el exceso de pausa. El ‘Faro de Candás’ robó y se plantó solo en el mano a mano. Definió de manera letal, superando al guardameta del Andorra y colocando al Nàstic por delante en el marcador.

El gol grana fue una liberación para la afición y una inyección de convencimiento para un Nàstic que ya tenía interiorizado que para ganar ese partido había que seguir teniendo mucha contundencia en el área y muchas piernas y pulmones lejos de ella. El Andorra no varió su plan de partido con 0-1 en contra. Siguió jugando a lo suyo, un fútbol en el que la asociación es el punto de partida, pero sin extremismos. Un equipo que toca, pero que progresa en cuanto puede y que arriba tiene generadores de ventajas constantes.

Lautaro lo igualaba

En una de esas jugadas de falso orden porque el caos amenazaba, se encontró el conjunto grana con el gol en contra. Lautaro de León, un delantero uruguayo de constantes movimientos punzantes, penetró en la grieta en la defensa tarraconense y dibujó un desmarque que le dejó solo ante Alberto Varo. El uruguayo no perdonó porque definió con esa calma que le augura un futuro en la élite más pronto que tarde, o al menos parece que tiene todo para llegar a ella. Su cuarto gol del curso devolvía la igualdad al choque en una primera mitad en la que ambos equipos estaban demostrando porque son dos claros candidatos a soñar con el premio gordo al final de la temporada.

El Nàstic salió en la segunda mitad con una marcha menos y eso el Andorra estuvo cerca de traducirlo en castigo. Otra vez, Cerdà, ese extremo que juega a pierna cambiada y que siempre encuentra el hueco, volvió a toparse con el larguero tras una gran jugada individual en la que la fortuna volvió a sonreír a los de Dani Vidal.

Concha lo cambia todo

El partido necesitaba nervio y el técnico tarraconense comprendió que el momento de David Concha había llegado. Minuto 56, 12 partidos después, el mago de Santander estaba de vuelta. La zurda venenosa entró al verde y junto a la hiperactividad de Álex Jiménez le devolvieron al Nàstic mayor presencia en campo rival. Uno aglutinaba bola y el otro amenazaba los espacios. Los dos le cambiaron la cara a un Nàstic que inclinó el campo y se puso mandón.

El ariete de Águilas tuvo dos ocasiones para volver a poner por delante al Nàstic. Una se le fue a las nubes y en la otra remató demasiado flojo con la cabeza. Lo mismo le sucedió a Joan Oriol ya encarando el tramo final con otro cabezazo en el faltó fuerza tras un caramelo de David Concha.

En los minutos finales se apreció síntomas de agotamiento en dos equipos que se habían sometido sin tregua. Un encuentro de mucho nivel y que confirma que granas y andorranos son dos de los más firmes candidatos al ascenso. Ninguno de los dos pudo ganar, pero ambos salieron reforzados con el empate. Así es el fútbol a veces, te da motivos para sonreír sin necesidad de ganar.

FICHA TÉCNICA

Nàstic. Varo, Pol Domingo, Dufur, Leal, Joan Oriol, Narro (Jaume Jardí, 46’), Gorostidi, Óscar Sanz, Marc Fernández (Concha, 58’), Pablo Fernández (Montalvo, 83’) y Antoñín (Álex Jiménez, 58’).

Andorra. Oier, Casadesús (Assane, 65’), Alende, Morgado, Rodríguez, Redondo, Molina, Peña (Juanda, 81’), Cerdà, De León y Nieto (Álvaro, 65’).

Goles. 1-0, Pablo Fernández (28’). 1-1, Lautaro de León (41’).

Árbitro. Bestard Severa amonestó a Peña (44’) y Gorostidi (80’).