El Nàstic de Tarragona ha vuelto
Los granas derrotan a Osasuna Promesas por 2-0 gracias a los goles de Marc Fernández y Antoñín Cortés y dejan atrás la debacle de Arenteiro
El Nàstic reaccionó a lo grande frente a Osasuna Promesas tras la goleada encajada la semana pasada ante el Arenteiro. Los de Dani Vidal recuperaron esa versión sólida en defensa y a ello le añadieron una mordiente en ataque que tuvo doble premio. Marc Fernández y Antoñín Cortés fueron los goleadores en una tarde en la que el conjunto grana recuperó identidad. El equipo de Dani Vidal dejó la portería a cero, marcó de córner y recuperó actores para la causa como Álex Jiménez y Antonio Leal.
La debacle de Arenteiro tuvo consecuencias en el once inicial. A Dani Vidal no le tembló el pulso a la hora de agitar a los elegidos para devolver la identidad que perdió el Nàstic en tierras gallegas. Antonio Leal, Marc Fernández y Álex Jiménez eran de la partida. Lo del primero no eran tan sorpresa, lo del segundo un poco más, lo del tercero era totalmente inesperado.
El Nàstic compareció ante el Osasuna Promesas dejando desde el primer momento síntomas de reacción sobre el nuevo tapete. En su casa salió con un aire fresco, queriendo la pelota, moviéndola con velocidad y criterio y contagiando energía a la afición del Nou Estadi Costa Daurada.
Fue una salida muy buena en juego, pero a la que no añadió tantas ocasiones como hubiese deseado. Al menos en los primeros 10 minutos porque lo que iba a suceder luego es la clara muestra de que lo que se siembra, se recoge.
Primer gol de córner
El pasado viernes buena parte del entrenamiento en el Anexo había consistido en el ensayo de los saques de esquina. Gorostidi y Narro como lanzadores y Pablo Fernández como protagonista en el segundo palo. Iván Moreno diseñó un plan que tuvo premio a la primera.
Primer gol de córner del curso
Frente a Osasuna Promesas, Ander Gorostidi lanzó un envío perfecto al segundo palo y Pablo Fernández aprovechó los bloqueos para rematar libre de marca en el segundo palo. En boca de gol esperaba Marc Fernández que volvió a aparecer cuando más se le necesita. Su cabezazo fue inapelable. El tigre de Corbera clavó los colmillos con furia para darle al Nàstic la ventaja en el marcador. Para situarle en ese terreno en el que no hace mucho fue rey absoluto.
Con el 1-0, el Nàstic se revitalizó. Jugó con un peso menos encima y empezó a encontrar todavía más dinamismo en sus ataques. Montalvo y Gorostidi comandaban la sala de máquinas, Marc Fernández aparecía entre líneas y Álex Jiménez era un constante desahogo en el frente.
El segundo estuvo cerca de llegar en una transición de manual de los tarraconenses. Marc Fernández recibió en la medular, le dio progreso a la contra con Pol Domingo cabalgando en la derecha y el centro de éste encontró a Narro solo en el segundo palo. El balear conectó una volea de primeras que sacó Valencia.
El Nàstic estaba cómodo y con el paso de los minutos fue entonando en mayor medida a un Álex Jiménez que no paraba de crecer en confianza y su juego lo reflejaba con fidelidad. Un ariete constante con y sin balón, que ofrecía soluciones en todas las alturas del ataque y que estaba siendo un incordio constante.
Álex Jiménez, decisivo
Si el nivel de Álex Jiménez fue una sorpresa, lo de Narro ya no lo es. Cada partido es una muestra más de que ha encontrado en el ecosistema de Dani Vidal su sitio perfecto. En la izquiera exhibe facultades, confianza y hambre. Una daga que ha recuperado para la causa un rol cada vez menos presente en el fútbol moderno, el del extremo que juega a pierna natural y que amenaza una y otra vez en el uno contra uno. A todo eso le añade una capacidad innata para salir por el perfil menos natural, la derecha, y una colaboración defensiva que le hace ser todavía mejor futbolista.
Lo malo de la primera parte, o lo menos convincente, fue el resultado porque el 1-0 era corto por lo visto sobre el verde. El Nàstic había merecido más que una ventaja mínima. No es la primera vez que le pasa. Si hubiese metido muchas más ocasiones de las que ha gozado, el botín de puntos hasta el momento sería mayor.
El inicio de la segunda mitad fue diferente. El Nàstic bajó pulsaciones respecto a la primera mitad. Pese a ello, Álex Jiménez tuvo el segundo en el minuto 50’. Pablo interceptó un pase del meta rojillo y le entregó un caramelo al delantero grana. No lo pensó Jiménez y picó la bola por encima de Valencia, pero su disparo encontró el larguero y salió repelido por encima de la portería. De nuevo, otra ocasión pérdida. Abonados al sufrimiento.
Cortés, salir y marcar
Nadie quería echar en falta esas ocasiones desaprovechadas. Antoñín Cortés salió con esa misión saltó al campo al igual que Jaume Jardí. Dos cambios ganadores de Dani Vidal que a los pocos minutos cargaron de argumentos la decisión de darles el rol de revulsivos por parte de su técnico. El reusense penalizó una pérdida de Osasuna Promesas para lanzar a Pablo Fernández por el costado derecho. Allí el asturiano aceleró para meter un centro perfecto al segundo palo. Ahí, en ese sitio al que solo llegan los que tienen ese olfato goleador, apareció Cortés. El malagueño no erró en el remate y marcó el 2-0. Ahora sí, el resultado era más justo y sobre todo más tranquilo para el Nàstic.
Sin sufrimiento final
La entrada de Álex López y Óscar Sanz desde el banquillo le dio al Nàstic esa pausa que el marcador reclamaba. Los dos centrocampistas añadieron control y pausa al partido con Ander Gorostidi en posiciones de enganche. De nuevo, los cambios de Dani Vidal ayudaron a que el equipo jugara a lo que debía.
Los minutos finales fueron de pura calma. Sabe tan bien conseguir una victoria sin sufrimiento final... En una categoría en la que ganar siempre cuesta tanto, hacerlo con dos goles de diferencia durante más de media hora es un regalo caído del cielo. El Nàstic vuelve a sonreír.
FICHA TÉCNICA
Nàstic: Varo, Joan Oriol, Leal, Dufur, Pol Domingo, Narro (Nil, 88′), Gorostidi, Montalvo (Álex López, 71′), Marc Fernández (Jaume Jardí, 61′), Pablo Fernández (Óscar Sanz, 71′) y Álex Jiménez (Antoñín, 61′).
Osasuna Promesas: Valencia, Toni Herrero, Garriz, Osamblea, Dani Sancho (Bonel, 62′), Xabi (Morales, 62′), Espejo, Arroyo (Lorenzo, 77′), Jon García (Pablo Moreno, 70′), Arguibide y Pedroarena (Echegoyen, 62′).
Goles: 1-0, Narro (15’). 2-0, Antoñín Cortés (65’).
Árbitro: Gordillo Escamilla amonestó a Espejo (60’), Marc Fernández (61’), Garriz (71’), Pol Domingo (80’).