El Nàstic va con lo justo
Dani Vidal está salvando la situación del equipo a pesar de las bajas que le han dejado partidos sin delanteros y justo de centrales y mediocentros
A Dani Vidal le encomendaron la tarea de salvar al equipo en una situación delicada. Un reto que acometió con la ambición propia de la juventud, 30 años, y con la confianza en sus conocimientos futbolísticos aprendidos en la cantera del Nàstic. Lo que nadie le dijo era que lo iba a tener que hacer con una precariedad extrema. El técnico tarraconense ha tenido que lidiar desde que se hizo con el timón de la plantilla con serios problemas a la hora de confeccionar onces y tener recambios en el banquillo. Entre lesiones, recaídas y sanciones se ha visto muy limitado a la hora de expresar sus ideas. De ahí, que lograr el nivel competitivo que ha ofrecido el equipo ante dos rivales tan duros como Real Sociedad B y Barça Atlètic, y rehacerse del varapalo de perder la ventaja de dos goles ante el Calahorra, haya tenido también un punto de épica.
El día que tuvo más efectivos disponibles fue ante el filial txuri-urdin. Pudo medio escoger once y dar sustituciones de peso para mantener el orden en el verde. La única posición que no tenía doblada en el banquillo era la de delantero centro. Solo tenía a Guillermo, autor del 1-0 en el minuto 5. Ante el Barça Atlètic ni eso tuvo. Saltó al césped del Estadi Johan Cruyff sin un ‘9’ de referencia. El delantero de Bilbao se quedó en Tarragona por unas molestias, mientras que ni Lupu ni Pablo Fernández habían podido recuperarse de sus respectivas dolencias.
La falta de un perfil de delantero centro de toda la vida se notó. Y eso que Marc Fernández y Marc Álvarez no lo hicieron nada mal. Pero no es lo suyo. El delantero de Badalona disfruta cuando tiene un ‘9’ a su lado, como ante el Calahorra. Mientras que el atacante de Torredembarra mejora cuando parte del costado zurdo. Como también quedo evidente la pasada jornada ante los riojanos, generando la asistencia del gol invalidado de Guillermo y provocando el penalti decisivo. En la Ciutat Esportiva Joan Gamper asumieron un rol, aun sabiendo que les iba a faltar virtudes para desarrollarlo.
Frente al Calahorra las limitaciones se concentraron en las líneas media y trasera. En el centro del campo solo contaba con dos jugadores: Montes y Montalvo. Un doble pivote de muchas garantías y que está funcionando, pero para una propuesta muy concreta. La de apretar en presión, recuperar y salir a la contra. No para ofrecer control desde el balón, la asignatura que dejó pendiente el equipo el pasado fin de semana.
El centrocampista de Riudoms es uno de los mayores talentos del equipo. Tiene facultades de sobra para asociarse, para recuperar y para dar salida al balón desde atrás. Pero todo no lo puede hacer. Si participa del inicio del juego, luego no puede filtrar balones. En este aspecto, Montes ayuda, teniendo en cuenta, claro, que su valor está en el aspecto defensivo y la fuerza con la que realiza todas las acciones del juego.
Cuando el equipo se derrumbó tras el 2-2, e incluso antes, con el 2-0, faltó la figura de conductor. El futbolista capaz de aguantar el esférico y ofrecer un punto de pausa para tocar sin riesgos. Para asegurar la posesión y adormecer el partido. Ni estaba en el césped ni tampoco en el banquillo. Pedro del Campo notó molestias al finalizar la semana y se quedó fuera de la lista de convocados. Tampoco estaba Gorostidi. El vasco cumplía sanción tras ver la quinta amarilla ante el Barça Atlètic.
En la línea defensiva no era mejor. Con Trilles sancionado solo contaba con Josema y Quintanilla.
Este semana, ante el Castellón, el entrenador tarraconense espera poder recuperar al menos un jugador por línea. Así, poder planificar con cierto margen y no ir con lo puesto.