Para chulo, mi Ceuta

Luhay Hamido, exconcursante de la quinta edición de ‘Gran Hermano’, ha liderado un proyecto en el club caballa que busca su tercer ascenso en solo cuatro temporadas. Serà el rival del Nàstic en el play-off

En 2016, la AD Ceuta transitaba por la Tercera División sin ánimo de cambiar su trascendencia deportiva en la ciudad autónoma. Hasta que llegó Luhay Hamido. Con el mítico jugador del Real Zaragoza Nayim como mano derecha, el nuevo presidente era conocido por su participación en la quinta edición del Gran Hermano. Un paso efímero por el programa -apenas dos semanas duró en la casa de Guadalix de la Sierra-, pero que dejó una frase para la posteridad: «Para chulo, mi pirulo». Fresita y Aida Nízar fueron sus compañeras.

La fama mediática fue transitoria y Hamido se pudo dedicar a estudiar Química y Criminología. Finalizada su formación en la Universidad de Granada regresó a Ceuta por motivos personales. Una vuelta que le llevó a pensar en un proyecto ambicioso para el equipo en el que se formó como jugador. El objetivo era crecer. Sin marcarse un techo. Hacer las cosas paso a paso. Un plan que está saliendo a las mil maravillas.

En la temporada 2020-21, la AD Ceuta jugaba en Tercera División. Era la temporada previa a la creación de la Primera RFEF y los cambios provocados por la pandemia y la nueva competición, hizo un campeonato singular en el que el club ceutí logró meterse en Segunda Federación tras derrotar al Ciudad de Lucena y al Xerez CD.

Tan solo estuvo una temporada en la cuarta categoría. Entró en el play-off como cuarto clasificado. En la fase de ascenso, disputado en eliminatorias a partido único, derrotó a Navalcarnero (0-2) y Adarve (0-2). En dos cursos se plantaba en el tercer escalón del fútbol español.

El curso pasado fue histórico para la entidad ceutí. A su estreno en Primera RFEF, se le sumó la visita del FC Barcelona en la eliminatoria de los octavos de final de la Copa del Rey. El conjunto azulgrana les superó (0-5), pero dejó la caja llena del Alfonso Murube.

La liga fue un suplicio. Estuvo en plazas de descenso desde la 2ª hasta la 31ª jornada. Los 20 goles de Rodri Ríos y la llegada de José Juan Romero lograron la épica de la salvación.

Este curso, el equipo caballa se ha mantenido siempre en la parte alta de la tabla clasificatoria. Con un fútbol alegre y atrevido conseguía estar próximo al play-off. El salto lo dio en el mercado de invierno. Llegaron Cristian Rodríguez (Castellón) y Rodri Ríos, tras su frustrado paso por el Real Murcia. El equipo subió un nivel y a falta de una jornada certificaba su pase a los play-off como quinto clasificado. Cerró el curso con una derrota intrascendente en Mérida (3-2), con un equipo plagado de suplentes.

Sus registros en el curso dejan 55 goles a favor y 14 en contra. Ha sido el tercer mejor local del grupo, el noveno como visitante y el cuarto mejor en la segunda vuelta.

La victoria del Nàstic ante el Rayo Majadahonda (1-0) certificó al conjunto grana como segundo y, según las bases de la competición de Primera RFEF, lo emparejó directamente con el Ceuta.

Al ser segundo, el equipo de Dani Vidal gozará de dos privilegios, que mantendrá durante la final del play-off, si consigue acceder. El primero de los beneficios es el factor campo. El primer partido de la eliminatoria se jugará siempre en campo rival.

Así, el domingo 2 de junio, a las 21.15 horas, los granas visitarán el Alfonso Murube de Ceuta. La vuelta, en horario aún por decidir, se disputará en el Nou Estadi.

La segunda ventaja del Nàstic es más interesante. Si la eliminatoria se va a la prórroga y, al término de la media hora extra se mantiene el empate, el club grana será el ganador de la ronda. No hará falta acudir a la tanda de penaltis.

El cuadro por uno de los dos billetes a LaLiga profesional lo completan la eliminatoria que jugarán el Celta Fortuna y el Málaga.

El otro ascenso a Segunda División lo disputarán el Córdoba, que se medirá a la Ponferradina, y el Barça Atlètic que hará lo propio ante el Ibiza.