Borja Martínez, el mediocentro que enamora al Nou Estadi
El mediocentro de Elche de la Sierra volvió a brillar frente a la Ponferradina y ha comenzado la temporada como dueño y señor de la medular
Cuando Borja Martínez juega, la partitura suena mejor. Es el mediocentro que todo equipo de la categoría quiere. Juega, hace jugar y sin balón ofrece ese trabajo incansable que el barro demanda. Lo suyo apunta a ser una historia de amor con el Nàstic porque no hay partido en el que no ofrezca un recital a la altura de las expectativas que él mismo se ha encargado de generar. Son siete partidos con la zamarra grana y siete actuaciones que han merecido acaparar focos por el fondo y la forma.
El mediocentro de Elche de la Sierra fue uno de los fichajes más importantes del Nàstic en verano. Llegó procedente de una SD Logroñés en la que había sido actor principal, acumulando nada más y nada menos que 37 partidos de 38 posibles en uno de los equipos de moda del barro del año pasado.
Desde la entidad tarraconense tenían claro que Borja Martínez podía ser el líder de la sala de máquinas y porque no también ese futbolista que mezclase a la perfección con la perla de Riudoms como es el centrocampista Marc Montalvo. El tiempo ha dado la razón porque ambos son la medular titular que más partidos ha acumulado y Borja Martínez es la única pieza del centro del campo que todavía no conoce la suplencia.
¿Por qué está siendo Borja Martínez tan diferencial? Lo cierto es que el mediocentro está ofreciendo lo que Dani Vidal y todo entrenador pide a sus mediocentros. Con el balón está dando un clínic en cada partido. Juega fácil y le da a la jugada lo que siempre pide. Es capaz de tocar a un toque, sobar un poco más el cuero si se necesita pausa o incluso conducir y batir líneas con esa conducción fina y elegante que tiene para sorprender y rajar al rival.
Además, a balón parado ya ha demostrado tener un guante y es uno de los encargados de lanzar los córneres. De hecho, el primer gol de la temporada llegó en un servicio suyo que Nacho González remató a gol en el primer palo frente al Arenteiro.
Lo que hace Borja Martínez con la pelota es una locura, pero no hay que perder de vista lo que hace sin ella. Es probablemente la característica que pasa más desapercibida, pero no por ello la más importante. Sin balón es un jugador que trabaja, que brega y que suma kilómetros por y para el equipo. Cuando un jugador de su calidad tiene esa voluntad de sacrificio se convierte en un mediocentro total que es lo que se le puede considerar hoy en día.
De momento Borja Martínez no conoce la suplencia y tampoco parece que lo vaya a hacer en un horizonte cercano. Dani Vidal y el cuerpo técnico están encantados con su rendimiento y en el vestuario ya es uno de esos hombres queridos porque el mediocentro es de esos que prefieren que su fútbol hable por él.
El año pasado solo fue suplente en tres partidos con la SD Logroñés y este curso parece que con el Nàstic va a rebajar incluso esa cifra porque si está bien físicamente hay pocas dudas de que debe estar en el once. Borja Martínez ha caído de pie en Tarragona. El Nàstic tiene nuevo líder en la sala de máquinas. Hay quién dice que le recuerda a David Rocha. Ojalá tenga una carrera similar en el Nou Estadi.