Bonilla ya es centenario con el Nàstic
El soriano jugó su partido número 100 con la camiseta del Nàstic en Las Gaunas
Javier Bonilla ya es un jugador histórico para el Nàstic. El soriano llegó hace cuatro temporadas al Nou Estadi y con su zurda y su sonrisa se ha ganado el corazón de una afición que le idolotra.
En Las Gaunas entró desde el banquillo para sumar su partido número 100 como jugador del Nàstic, siendo el futbolista de la plantilla con más duelos con la zamarra grana en su espalda. Una bonita manera de celebrar sus 32 años que cumplió el pasado 25 de octubre y que se llenaron de felicitaciones de los seguidores granas que le demostraron todo su cariño.
El lateral, mediocentro y extremo, en todas las posiciones cumple siendo esta una de sus grandes virtudes, llegó en el curso 2019-2020 procedente del Ibiza. Fue uno de los fichajes de relumbrón de un Nàstic que acudió a su zurda para completar una plantilla que en teoría debía devolver a los granas a Segunda División tras su descenso.
El tiempo ha pasado volando desde entonces y ya han pasado cuatro años, siendo el soriano el único futbolista que sobrevive de aquella plantilla. Todos los demás jugadores ya no pertencen al Nàstic, salvo Pol Ballesteros que está cedido en el CD Ibiza y todavía tiene un año de contrato por delante.
Bonilla siempre ha sido un futbolista que ha comenzado las temporadas con un rol secundario, pero que con el paso de los partidos ha ido ganando un mayor peso en la rotación. Esto ha sido gracias a su zurda que es considerada como una de los mejores de toda la categoría. 16 goles ha marcado Bonilla en sus cuatro temporadas, siendo la anterior la mejor en este sentido. Siete goles logró, siendo el máximo goleador del equipo junto a Dani Romera.
Este año ya ha conseguido también estrenarse como goleador tras marcarle de penalti al Intercity en la derrota grana en el Nou Estadi.
De momento está teniendo un papel secundario, ya que solo ha tenido una oportunidad como titular. Eso sí, siempre suele ser uno de los elegidos por Raül Agné a la hora de buscar darle otro aire al equipo desde el banquillo. Javier Bonilla ya es centenario, pero quiere más.