Corona titánica del OCA Global CB Salou en la final de la Lliga Catalana LEB (64-61)
Los salouenses se imponen al Mataró en Tarragona y se llevan el título después de una remontada para enmarcar en el último cuarto de un choque indefinido hasta el último segundo
Este Salou carbura. A escasos días de iniciar la Segunda FEB, los azules se proclamaron campeones de la Lliga Catalana FEB ante el Mataró, en un partido en el que los ilurenses fueron por delante durante gran parte de los minutos, pero que el coraje y la precisión de los salouenses en los momentos clave definieron a favor de los de Jesús Muñiz.
El técnico recordaba muy bien cómo hacer daño al conjunto del Maresme, después de que sus jugadores vencieran la temporada pasada tanto fuera (65-66, con un triple sobre la bocina de Isaac Mayo) como en casa (84-62).
Sabía que hacía falta esa correcta mezcla entre velocidad, intensidad y pulcritud. Los de Sergi Fortes, transicionando rápido desde los primeros segundos, entraron al partido con el pie derecho.
El visitante Albert Viñallonga primero (5-9) y el local Emilio Martínez después (8-9) desenfundaron las armas de ambos desde el 6,75 para iniciar un intercambio de golpes con la igualdad como factor clave.
Martínez, que terminó el primer cuarto con nueve puntos, volvía a disparar de tres para intentar abrir terreno (15-12), pero los ilurenses se resistían, comandados con un Nil Baques que anotó ocho durante un primer asalto con un ritmo de juego que rehuía los parpadeos y que desequilibraron sendas canastas de Pol Barbecho y Marc Traver y un 2+1 de Baques (18-21).
Pol Cánovas abría la veda de tres en el segundo cuarto para darle algo de aire al Mataró (18-24), que se sentía más entero ante un Salou que en ningún momento abandonó su característica intensidad defensiva.
Sí que hubo más dudas por parte de los azules en el otro lado de la cancha, pues la fuerte defensa del Mataró neutralizaba por momentos los intentos de los exteriores salouenses de entrar cual daga en la pintura de los de Sergi Fortes.
El devenir del partido obligaba a Jesús Muñiz a pedir tiempo muerto cuando el luminoso señalaba 20-28. El técnico local se vio forzado a pararlo para intentar contrarrestar las acometidas visitantes y que la sangría no se ampliara.
Dicho y hecho, no solo no se amplió, sino que las indicaciones del cuerpo salouense y los puntos de Oliver Bieshaar, Adrià Aragonès e Iker Montero pusieron al Salou cinco abajo (27-32).
Las dudas se trasladaron al conjunto visitante, que perdía precisión y se veía más comprometido. Amagó con rehacerse, pero el pistolero Emilio Martínez devolvió el partido a su sitio desde la línea de tres (30-36).
Sin embargo, Pol Barbecho no había dicho su última palabra y, desde la zona, anotó el más ocho para el Mataró (30-38) justo antes del tiempo de descanso.
Un descanso que le fue bien al Salou, pues consiguió ponerse a tiro de los visitantes (38-42). El partido no perdió ni un ápice de vehemencia y daba la sensación de que ambos conjuntos estaban igual de enteros y de que, si ninguno de los dos se dejaba llevar, el título lo decidirían pequeños detalles.
Sin embargo, el Salou necesitaba dar más que el Mataró para remontar la ventaja (40-47), pues los azules no podían conformarse con simples alternancias puntuales, sino que debían encadenar situaciones precisas en ataque y en defensa de forma continuada.
Los visitantes, sólidos en defensa, no lo ponían fácil, pues les interesaba que el marcador no se moviera excesivamente. De hecho, el tercero fue el cuarto con menos anotación del partido y se entraba al último asalto con todo por decidir (42-29).
Cinco puntos seguidos de Oliver Bieshaar dejaban al Salou a dos (47-49) y marcaban el camino a seguir. Anotar y defender eran las dos únicas palabras en la cabeza de los soldados de Jesús Muñiz, más disciplinados que nunca y con sangre en los ojos.
Las cosas podrán ir mejor o peor, pero es un sello que el de Puertollano ha garantizado durante casi una década en este Salou. La concentración atrás, ese aspecto tan infravalorado en ocasiones por el público, fue lo que aupó a los azules a ponerse a uno del Mataró (49-50).
Un triple de Bieshaar ponía por delante a los azules (54-52) y desataba la locura en la parroquia salouense. Cánovas lo empataba y el partido llegaba a los minutos en los que la muñeca tiembla.
Con empate a 56 y 02:27 para finalizar, Jesús Muñiz lo paró para diseñar la hoja de ruta. El partido estaba ahí y el pabellón de El Serrallo apretaba.
A falta de un minuto, el Salou estaba uno arriba (58-57) gracias a una canasta bajo el aro de Juanjo Santana. Aragonès cogió el rebote tras un airball del Mataró y Kristian Mendes anotó sus primeros puntos del duelo para poner el 60-57.
Las pulsaciones aumentaron al lanzar un triple Nil Baques, pero el balón no entró y la defensa salouense cazó el rebote. 60-57 a falta de 25 segundos y con posesión para los azules.
Falta y Víctor Aguilar a la línea. Anota el primero y falla el segundo (61-57), pero Mendes captura el rebote y le hacen falta. Falla el primero, pero anota el segundo (62-57).
Posesión para el Mataró y Viñallonga mete un triple (62-60). Aguilar vuelve a la línea y anota uno (63-60). Baques va a los tiros libres y mete uno.
Falla el otro a propósito para coger el rebote, pero lo captura Santana, al que le hacen falta con un suspiro para acabar. Santana anota uno de los tiros y al Mataró ya no le da tiempo ni de tirar para evitar la titánica victoria del Salou.