Así juega Víctor Narro, el primer fichaje del Nàstic

El Nàstic ha abierto la veda del mercado de fichajes y lo ha hecho con una apuesta firme por el talento. Firmar a Víctor Narro es conseguir tener de tu lado uno de esos jugadores que son capaces de decantar encuentros por si solos. Para ello debe encontrar un ecosistema de juego que potencie sus virtudes y una regularidad competitiva del equipo que permita explotarle de manera constante

Narro es un futbolista zurdo que ha encontrado en sus últimas temporadas su sitio en la banda derecha. Allí es una zona en la que tiene potestad para apostar por su uno contra uno y amenazar jugada tras jugada al lateral contrario. Es un extremo moderno de esos que encara siempre con la portería rival en mente. Lo hace porque su golpeo es demoledor y si se le deja cargar la pierna tiene un disparo seco o con rosca que resulta imparable.

Más allá de su capacidad para romper al defensor por piernas y por cintura, porque tiene un regate fabuloso gracias a su coordinación, también es un jugador que se asocia muy bien. Tira paredes en esos metros finales en los que los espacios menguan y también posee esa capacidad para leer el desmarque de los delanteros a la espalda rival.

Es un jugador que podría llegar a ocupar el lugar de Andy Escudero en la plantilla, aunque no son de características similares, es más, comparte más rasgos con Jaume Jardí. Escudero es un mediapunta reconvertido a la izquierda, mientras que Narro es un extremo puro que puede jugar en ambas bandas porque tiene piernas y golpeo para ello. Es decir, un perfil similar al del extremo reusense.

El Nàstic ha pescado a un jugador que ya ha defendido sin éxito total las camisetas de Deportivo y Lugo. Tarragona será la tercera gran plaza en la que juegue y en la que quiere dar el golpe definitivo. Por potencial, futbolista de superior categoría, sin dudas. Dani Vidal tiene un diamante y un jugador del banda al que le va a ofrecer confianza, pero que tendrá que pelear de momento con Jaume Jardí por minutos.