Antoñín firma un doblete en la remontada del Nàstic ante la Real Sociedad B (2-1)
El delantero malagueño fue el autor de los dos goles granas que consiguieron levantar el tempranero gol de Balda
La última vez que el Nàstic consiguió remontar un partido en el Nou Estadi fue ante el Castellón en la temporada 2022/23. Casi dos años sin poder levantar un resultado en contra. Un periodo que puso fin este domingo ante el Sanse.
Una remontada con el héroe más esperado de todos. Antoñín. Le hacía falta al delantero malagueño estrenarse con la camiseta del Nàstic. Hacerlo con un doblete fue la mejor manera que encontró para acabar de prender a la grada. Con el gol de Balda en apenas dos minutos de juego, el ‘9’ grana afinó la puntería y en menos de 20 minutos volteaba el marcador para los suyos.
Dani Vidal, técnico del Nàstic, entregó la titularidad a Marc Fernández, en lugar de Jaume Jardí. Era la primera vez que el reusense se quedaba fuera del once. Una decisión que no desdibujó el doble pivote con Montalvo y Gorostidi, ni tampoco la pareja de centrales, en la que Óscar Sanz siguió ejerciendo de pareja de baile de un Dufur que comienza a sentar cátedras.
Nadie quería el gol como Antoñín. El delantero malagueño era el primero que buscaba estrenarse con la camiseta grana. Sin angustiarse, pero empeñado en cumplir con el encargo de su puesto de ‘9’. Si no había llegado antes fue por acierto. Se le había resistido incluso en situaciones francamente sencillas. Pero eso no le impidió seguir intentándolo. En cada partido. En cada ocasión.
El esperado estreno llegó en la sexta jornada. A los siete minutos de juego. Fue un gol raro. Un disparo mordido, un rechace del palo y el balón que se pasea por la línea hasta que entra a la red, entre el forcejeo de un defensa y Marc Fernández. Anotado para Antoñín, puesto que su tiro iba a puerta.
Era el empate. La Real Sociedad B se había adelantado cuando los aficionados del Nàstic aún no se habían ubicado en sus respectivos asiento. Jon Balda fusilaba a Varo desde el vértice derecho del área pequeña. Otra vez, demasiado fácil para el rival. El carrilero donostiarra no tuvo mucha oposición. Remató escorado, sí, pero muy solo.
Reaccionó el equipo de Dani Vidal. Con el empate de Antoñín y con la iniciativa del juego. La Real Sociedad B presentó en el Nou Estadi una versión diferente a la que acostumbraba en los últimos años. Sergio Francisco, técnico del filial donostiarra, optó por un fútbol más directo.
Víctor Narro es puro veneno. Es imposible adivinar su próximo paso. Tan peligroso buscando la línea de fondo, como corriendo la diagonal hacia el carril central. Es indetectable para las alarmas rivales. Si no llega a ser por un reflejo del meta visitante, en el minuto 12, el Nàstic ya mandaría en el electrónico.
Pero la tarde, por fin, era de Antoñín. Tuvo el 2-1 en una recuperación excelente de Gorostidi. Con el portero descolocado, el ‘9’ del Nàstic buscó picarla con una vaselina que se quedó muy corta.
Se resarció a la siguiente. La puso Narro y con los pies firmes en el suelo, anticipándose al defensor, lograba el doblete y la primera remontada del curso.
Los tarraconenses estaban mejor sobre el campo. Se habían repuesto a la bofetada inicial con contundencia ofensiva. Aprovechando las ocasiones. Eso que tanto se le había exigido.
Lástima que no se mantuvo esa misma precisión de cara a portería en los minutos siguientes. Marc Fernández tuvo el tercero en sus botas. La Real B se comió la jugada de laboratorio y al delantero grana le quedó un balón muerto en el área. De esas situaciones que parecen tan sencillas que se complican en la ejecución. Le pegó con tanta fuerza que se le marchó por encima del arco del filial txuri-urdin.
Antoñín seguía trabajando. Para ampliar su renta particular, pero también para ayudar a sus compañeros a incrementar la suya. Tras uno de sus habituales cuerpeos con un defensa rival, sacó un centro que Pablo Fernández remató con técnica. Un tacón que no llegó a sorprender del todo al portero Aitor Fraga.
Segunda parte
El Nàstic volvió del banquillo con una posición más conservadora. Entregó el balón al Sanse. Tan solo ejercía, puntualmente, una tímida presión que desgastaba inútilmente a los futbolistas granas. Los jugadores donostiarras encontraban siempre al hombre libre.
El dominio visitante no amenazaba, pero incomodaba. Dani Vidal decidió mover banquillo y cambiar la disposición sobre el verde. Entró Álex López para incorporarse a una medular que pasó a trivote. Con Gorostidi algo más adelantado. Había que cortar la facilidad con la que circulaba el esférico, el filial de la Real Sociedad.
Con los tres jugadores más ‘peloteros’ de la plantilla sobre el verde, la salida de la presión donostiarra era mucho más fácil. El balón dejó de ser propiedad del Sanse y la presión mucho más efectiva.
Antoñín rozó el ‘hat-trick’ en una jugada de billar a balón parado. Tres toques para dejar al malagueño ante el meta. El tiro era forzado para golpearle con fuerza, así que tiró de interior. Le faltó un centímetro para superar al arquero.
Fue la última contribución del futbolista al partido. Ovacionado dejó su lugar en la punta del ataque a Álex Jiménez.
La Real Sociedad B no inquietaba, pero el marcador era muy corto y el Nàstic no mataba el partido. Justo los ingredientes que provoca el pánico en una grada que todavía tiene en el recuerdo el gol del Málaga en la prórroga de la prórroga de la final del play-off. Cada aproximación visitante ganaba en peligro.
Varo protegía la victoria de una falta lateral y la defensa al completo, demostraba estar mucho más acertada de lo que indican los números de goles encajados.
El Nàstic consiguió controlar los instantes finales, hasta la prolongación eterna que alargó el colegiado, para confirmar su fortaleza en el Nou Estadi.
Nàstic. Varo, Pol D., Óscar Sanz, Dufur, Joan Oriol, Montalvo, Gorostidi, Marc Fernández (Alex López, 60’), Víctor Narro (Mario R., 82’), Pablo F. (Jardí, 60’) y Antoñín (Álex Jiménez, 72’).
Real Sociedad B. Fraga, Balda, Astigarraga (Ochieng, 46’), Lebarbier (Mariezkurrena, 46’), Díaz (Darío Ramírez, 70’), M. Rodríguez, P. Rodríguez, Rupérez, Beitia, Carbonell y Osazuwa. (Gorosabel, 80’).
Goles. 0-1, Balda (3’); 1-1, Antoñín (7’); 2-1, Antoñín, (26’) .
Árbitro. Ramo Andrés. TA: Narro, Montalvo, Dufur, Álex López, Beitia.