El Nido del Zamora de Primera RFEF

Alberto Varo ha convertido la portería del Nou Estadi en el Nido del Águila de la Canonja. Un lugar inaccesible. Protegido por un guardameta que se ha alzado con el premio al mejor portero de Primera Federación.

La lucha ha sido férrea. Germán Parreño (RC Deportivo) y Alfonso Herrero (Nàstic), Bañuz (Cultural) han presentado batalla. Hasta la última jornada no ha habido resolución. Los cuatro candidatos estaban separados por centésimas. El portero que dejara su arco a cero en el último partido del curso se llevaría el premio. Parreño recibió un tanto del Real Unión y a Herrera el gol madridista Álvaro le dejó sin premio. Solo el tarraconense Varo colgó el candado.

No le resultó un paseo. El Rayo Majadahonda le exigió su mejor versión. Después de ver cómo Alarcón le batía en el último minuto del encuentro ante el Barça Atlètic de la pasada jornada, y coger un cabreo monumental, el tarraconense no quería volver pasar por lo mismo. Apretó los dientes y con dos intervenciones de mucho mérito, además de contar con el palo como aliado, conseguía su 19ª portería a cero de la temporada. El que más, de toda la liga. Suficiente para conquistar su primer trofeo Zamora.

El guardameta del Nàstic ha conseguido convertirse en el mejor portero de la temporada con un coeficiente de 0,63 goles por partido. Un registro brutal. En las tres temporadas de historia que tiene la Primera RFEF, solo Jesús Ruiz, del Alcorcón, ha cerrado una temporada regular con mejores números. Fue la pasada temporada, la del ascenso del club madrileño a Segunda División, que acabó con 0,51 goles por partido. Eso sí, el portero de Esplugues del Llobregat se quedó con 18 porterías a cero. Una más que Alberto Varo esta temporada.

El podio de mejores arqueros de esta temporada regular de Primera RFEF queda finalmente con Alberto Varo como mejor portero de la temporada seguido por Germán Parreño (0,645) y Alfonso Herrero (0,658). Con estos coeficientes, ambos hubieran sido ‘Zamora’ en la primera temporada de Primera RFEF.

El esfuerzo para conseguir el premio ha sido enorme. De Varo y de todo el equipo que han colaborado en que la portería grana permaneciera intacta más de la mitad de las jornadas. Porque en las cuatro jornadas que fue titular Dani Parra, consiguió dejar su portería a cero en una de ellas. La del estreno liguero en el Nou Estadi ante Arenteiro (1-0). A los dos le cuenta el ‘rosco’ que consiguió el Nàstic en su visita a Zubieta, ante la Real Sociedad. Varo salió de titular, pero el golpe con Fiabema, que le fracturó el pómulo, hizo que a la media hora entrara Parra.

Para el Nàstic es el segundo Zamora en tres temporadas. El primero lo logró Manu García, en la 2021/22 con 0,66 goles por partido y 20 porterías a cero. El arquero andaluz ha vuelto a realizar una temporada extraordinaria en Murcia con 18 porterias a cero. Pero con un coeficiente de 0,8 goles por partido.

Detrás de estos éxitos aparece la figura de Manuel Oliva, entrenador de porteros. Un tipo trabajador. Humilde. Alejado de los focos, pero consejero, aún hoy, de la mayoría de guardametas que han pasado en la última década por Tarragona. Dimitrievski, Bernabé, Reina, Manu García, etc. Un elenco de porteros que han reconocido el salto para su carrera que supuso coincidir con el entrenador jerezano en Tarragona.

Metódico ha conseguido minimizar hasta los lanzamientos de penalti en contra. Indica el lado para el que debe moverse el arquero en función de todas las variables que domina. Lanzador, marcador, escenario, etc. El resultado es que esta temporada solo ha encajado uno de los dos que le han lanzado.

Varo atajó el tiro de Berto, jugador de la Cultural Leonesa en la victoria 3-0 en el Nou Estadi. El otro, Parra ante el Sestao, se movió en el último momento, y encajó el tiro.

El balance en toda la Primera RFEF en cuanto a penaltis en contra es de 8 pitados y solo tres encajados. Una barbaridad.

Entre unos (portero) y otros (entrenador y resto de equipo) han contribuido a conseguir un Zamora de todos.