Al Nàstic le sobran razones para ganar frente al Real Unión
El Nàstic recibe al Unión y quiere ganar por la salvación, por Simón y para celebrar el partido 1.000 en casa
Al Nàstic le sobran razones para ganar este sábado en el Nou Estadi a partir de las 18.00 horas. El conjunto grana necesita la victoria frente al Real Unión para acercarse casi de manera definitiva a la salvación, o al menos así lo señalan los pronósticos que sitúan la permanencia entre los 48 y los 49 puntos. También le quiere brindar el triunfo a Robert Simón que se perderá lo que resta de temporada tras romperse el tendón de Aquiles hace dos semanas y que estará en la grada para animar a sus compañeros. Por último, y no menos importante, el Nou Estadi Costa Daurada cumple nada más y nada menos que 1.000 partidos. Un aniversario que se quiere celebrar a lo grande porque la ocasión lo merece.
El primer partido oficial en el feudo grana se jugó el 13 de febrero de 1972 contra el Ontinyent FC. El Nàstic ganó 3 a 1. De aquello ya han pasado nada más y nada menos que 51 años en los que se han presenciado 999 partidos oficiales. Hoy se podrá disfrutar del 1.000 y llega que ni bordado porque el conjunto grana necesita a su gente para conseguir un triunfo que le permita encarar las últimas cuatro jornadas con mayor tranquilidad. Ganar sería una clara inyección de calma para un vestuario que la necesita. No se quieren ver en la tesitura de tener que llegar a las cuatro últimas jornadas con el descenso acechando.
En estos momentos la distancia con el descenso es de solo cuatro puntos. Hablamos de una renta interesante, pero ni mucho menos definitiva. Es cierto que hay un margen de dos partidos con el infierno con cinco en juego, pero perder ante un rival directo como el Real Unión sería complicarse la vida de mala manera. No se quiere llegar a ese extremo y por eso desde la plantilla se vislumbra este encuentro como una auténtica final. Por si quedaban dudas, Dani Vidal las despejó en la sala de prensa el pasado viernes cuando respondió a la pregunta de si ganando la salvación se acercaría: «Estaríamos muy cerca. No lo digo yo, lo dicen las matemáticas. Por eso, de la importancia del partido, el vestuario lo sabe, los jugadores lo saben. Tenemos que sacar los tres puntos”.
Más allá del factor deportivo también existe un factor sentimental que no se puede pasar por alto a la hora de buscar la victoria. El vestuario quiere brindarle el triunfo a uno de los suyos. Probablemente a uno de los jugadores más queridos de la plantilla. Robert Simón vuelve al Nou Estadi y lo hará desde la grada para alentar a sus compañeros. No puede hacerlo desde el verde porque ya anda batallando con la recuperación de la grave lesión sufrida hace precisamente dos semanas en el feudo grana. Una rotura del tendón de Aquiles de su tobillo izquierdo que le ha hecho pasar por el quirófano y decir adiós a la temporada.
Dani Vidal, técnico del Nàstic, siempre ha sido un defensor de Simón. No quedó en apalabras porque cuando llegó al banquillo le devolvió la titularidad. Por ello está siendo un gran apoyo para el jugador y volvió a aprovechar el micrófono para dejar claro la devoción que siente por uno de sus soldados: “Al final, la semana pasada dijimos que teníamos el motivo de Robert, no le pudimos dar esa victoria. Sé que el domingo vendrá al campo. Pues quizá el otro día fue por algo. Quería que la victoria que le dedicáramos fuera la del número 1000 en el Nou Estadi”.
A nivel de bajas, el Nàstic no podrá contar Manu García que está sancionado por la roja directa que vio por protestar ante el Atlético Baleares después de que se le anulara un gol por mano que en realidad era legal y le daba el empate a los granas. Le han caído dos partidos y eso le abre el hueco a un Dani Parra que defenderá la meta grana.
Este apunta a ser el único cambio respecto al once que compareció frente al Atlético Baleares. Dani Vidal no quiere mover piezas y parece haber encontrado a sus elegidos de aquí al final de temporada. Luego en el banquillo contará con actores para cambiar el guion. Veremos qué sucede. El Nàstic quiere el triunfo por tres motivos: por atar la permanencia, por Robert y por ser el duelo 1.000 en casa.