Al Nàstic de Vidal le faltará tiempo
El técnico tarraconense tiene un ritmo de 1,75 puntos por partido, de sobras para hacer play-off a principio de temporada, pero insuficiente para las 9 jornadas que quedan
Al Nàstic de Dani Vidal se va a quedar sin tiempo para llegar a las posiciones de promoción de ascenso. El equipo grana ha cogido un ritmo de puntuación notable. En cuatro partidos ha sumado siete puntos. Dos victorias, un empate y una derrota. Suma 1,75 puntos por jornada. Si extrapolamos esta cifra a las 38 fechas de liga regular, el resultado serían 66 puntos, redondeando hacia abajo. Puntos suficientes para entrar en plazas de play-off cómodamente. El curso pasado, único que puede servir como referencia de la Primera Federación, la marca se fijó en los 60 puntos del Linares, en el grupo 2, y los 62 de la UD Logroñés, en el grupo 1.
El problema es el déficit que arrastra el conjunto tarraconense. Si los pupilos del técnico tarraconense consiguen mantener esta cadencia de puntos se quedarían sobre los 54, lejos de los 60. Tendrían que acelerar aún más. Hasta los 2,45 puntos para poder plantarse con opciones. Ganar siete de los nueve partidos que restan. Como dijo Manu García tras el encuentro en Castellón: «Es muy difícil».
Por intentarlo no va a quedar. La plantilla va a tratar de sumar todos los puntos posibles. Con el método del ‘partido a partido’ por bandera va a salir a ganar cada uno de los partidos que quedan. Desde la llegada de Dani Vidal al banquillo del Nou Estadi, el Nàstic ha vuelto a ser un equipo competitivo. «Uno de los problemas que hemos tenido durante el año es que no hemos sabido ir por el camino correcto. Está clarísimo. Había partidos que competíamos como un equipo de la entidad que somos y otros que ni sabíamos dónde estábamos. Ese era el problema, lo estamos resolviendo. Ahora el equipo siempre compite y la gente se va contenta», decía Manu García, uno de los hombres fuertes del vestuario tarraconense.
La mejora es evidente. Con Dani Vidal y su escudero Manolo Martínez, el Nàstic ha sacado puntos ante dos de los tres equipos que ocupan el Top-5 del grupo. Ante el quinto clasificado, el Barça Atlètic, porque el calendario que ha tenido que afrontar el tarraconense en sus primeros partidos como míster del Nàstic ha sido de lo más exigente, no se sumó, aunque se hicieron méritos más que suficientes para haber regresado a Tarragona con al menos un punto en el zurrón. Cuatro rivales de todo tipo. Dos filiales, un equipo de la parte baja y otro de la parte alta. Ni un pero a los números que firma el tarraconense.
El progreso del equipo grana no se queda solo en los números. También en sensaciones. En Castellón volvió a completar un partido de un nivel muy alto. Sobre todo en defensa. Mantuvieron al cuadro albinegro alejado de la portería de Manu García. Permitieron ocasiones, porque es imposible no hacerlo ante un equipo que se está jugando el primer puesto ante su afición en un estadio lleno hasta la bandera. Pero en su mayoría, los remates siempre estaban tapados por defensores del Nàstic. Dos gigantes Quintanilla y Trilles que frustraron a los atacantes castellonenses.
Todo el equipo desplegó un sistema defensivo potente sin estar pegados a su portería. Con un bloque medio, se permitió el tapar la salida del balón del Castellón y mantener la línea alejada del área. No esperar metidos en su propio campo. Los locales nunca estuvieron cómodos sobre el verde. Se vieron obligados a jugar en largo más de lo que lo hacen habitualmente y tampoco aprovecharon los saques de esquina, una de sus mayores virtudes. Los castellonenses es uno de los equipos más eficientes en las jugadas de estrategia. La decisión de Dani Vidal de dejar a dos jugadores arriba desconcertó las filas locales. Ni una de las acciones a balón parado causaron peligro.
Consolidado el aspecto sin balón, la asignatura pendiente es desarrollar la parcela ofensiva. No tanto afilar el arma, queda claro que el contragolpe es la fórmula que mejor domina para hacer daño al rival, sino generar dinamismo en base al control de la posesión. Tener más balón. Controlar más los tiempos del partido y no dejar que sea el rival el que incremente o reduzca el ritmo de los choques.
Es cuestión de trabajo. De introducir nuevos argumentos futbolísticos. Pero para ello, además de esfuerzo y conocimientos, algo que abunda en la plantilla grana, se necesita tiempo. Justo lo que no queda.
Volviendo al ritmo de puntos, con la media actual de 1.75 puntos por jornada, harán falta seis jornadas de más para llegar a los 60. Mes y medio.