Un viaje sublime por la vida de Robbie Williams

Convertido en un mono, el artista cuenta su historia más personal marcada por las adicciones y los problemas de salud mental

Creo que si Robbie Williams no hubiera nacido, el mundo se perdería un ser excepcional y sin duda único. Brillante en lo de cantar y hacer música y generoso, muy generoso, contando en primera persona su vida, hurgando en cada rincón de sus éxitos pero también de sus caídas al vacío.

Robbie ha estado tres días en España presentando Better Man, una película dirigida por otro genio, Michael Gracey, quien ha convertido al artista en un primate para narrarnos su historia desde cuando era Robert, el niño que jugaba regular a fútbol y los amigos del barrio se reían de él, pasando por su difícil relación con la boy band Take That y el nacimiento y explosión de quien ahora es una estrella mundial.

En la premiere de Better Man Robbie Williams estuvo encantador, muy cercano con la gente que le esperaba en la alfombra roja del Cine Capitol de la Gran Vía madrileña, sonriente en todo momento, feliz de compartir su historia personal y muy agradecido por tanto cariño. Hablar con él es de infarto, porque es el gran Robbie Williams y él simplemente te mira a los ojos, te sonríe y te contesta que «ha sido maravilloso hacer este viaje por mi vida. No ha sido difícil, a pesar de revivir muchas cosas que no hice bien, porque el resultado me parece brillante. Algún día a mis hijos, que ahora son pequeños, les enseñaré Better Man para que aprendan de mi sabiduría».

Lo de que Robbie sea un mono parece raro, pero te conecta desde los primeros minutos de la cinta y el «animal» te acaba enamorando, cabreando y entristeciendo a partes iguales.

Better Man es sublime, de Oscar de Hollywood por muchos motivos. Su banda sonora es excepcional, la manera de recrear la vida de Take That con coreografías y vestuario es de diez, la narración de la historia con la voz de Robbie y el brillo de sus ojos azules reconocible debajo de esa máscara te engancha y no te suelta en los 131 minutos que dura la cinta, es todo un espectáculo de emociones.

Como un chimpancé

El director de Better Man, quien acompañó a Williams en todo momento, explicó que «le retraté como un chimpancé porque así se veía el. Un comediante incapaz de tomarse en serio en ningún momento, de sentirse siempre minúsculo, pero que a su vez soñaba desesperadamente con ser alguien y triunfar».

Robbie ya se ha ido de nuestro país pero para el 2025 nos esperan dos grandes planes con él. El día 1 de enero correr al cine a ver Better Man (muy recomendada la versión original con voz del cantante) y para verano Doctor Music nos lo trae en persona al RCDE Stadium de Cornellà, único concierto en España. La cita con Williams es el 5 de julio y yo de vosotros no me la perdería.