Tarragona, sede de la fábrica más ‘moderna’ de Europa de la prehistoria

Las primeras herramientas de piedra avanzadas de Europa se fabricaron en el yacimiento del Barranc de la Boella, en La Canonja, hace más de 900.000 años

Un estudio ha identificado evidencias de comportamientos tecnológicos avanzados en las herramientas de piedra fabricadas por los homininos hace entre 900.000 y 780.000 años en el yacimiento del Barranc de la Boella (situado en el término de La Canonja).

La investigación, llevada a cabo por un equipo del IPHES-CERCA, utilizó técnicas analíticas modernas para estudiar las estrategias de fabricación y gestión de recursos de los homininos. Los resultados demuestran que estas herramientas no solo representan un hito evolutivo, sino que también ofrecen una nueva perspectiva sobre la llegada de nuevas poblaciones humanas a Europa.

Foto: IPHES

Esta es la principal conclusión de un artículo publicado en la prestigiosa revista Journal of Paleolithic Archaeology. El trabajo fue liderado por el Dr. Diego Lombao, investigador de la Universidad de Santiago de Compostela y asociado al IPHES-CERCA, junto con los investigadores del IPHES-CERCA: Dr. Juan Ignacio Morales, Dra. Marina Mosquera, Dr. Andreu Ollé, Dr. Josep Vallverdú y la Dra. Palmira Saladié.

Innovaciones

El equipo investigador documentó que los homininos que ocuparon el Barranc de la Boella desarrollaron herramientas de gran tamaño como hachas y picos. Estas se fabricaron utilizando materias primas locales con un alto nivel de planificación y eficiencia, mediante técnicas de talla bifacial. Estas herramientas se emplearon en diversas actividades relacionadas con la subsistencia.

Los comportamientos tecnológicos identificados suponen un avance significativo respecto a las tecnologías presentes en Europa en aquella época. Entre los avances destaca la selección y preparación de materias primas, con una gestión diferenciada de los recursos: el sílex se empleaba para herramientas pequeñas, mientras que el esquisto se utilizaba en herramientas de gran tamaño. Las primeras fases de fabricación probablemente ocurrieron fuera de los yacimientos y las herramientas eran transportadas a los lugares donde se necesitaban.

Los homininos del Barranc de la Boella demostraron comportamientos tecnológicos avanzados y flexibles, como el uso de diversas estrategias de talla, capacidad de anticipación y transporte de instrumentos ya elaborados. Estas prácticas reflejan una sofisticación tecnológica y una elevada capacidad cognitiva.

«El Barranc de la Boella es un testimonio único del cambio tecnológico de los homininos en Europa. Las herramientas no solo eran utilitarias, sino que implicaban planificación sofisticada y un uso eficiente de recursos», afirma Diego Lombao. Según él, este yacimiento demuestra que la innovación tecnológica no fue lineal, sino resultado de múltiples oleadas de dispersión de poblaciones y de la llegada gradual de nuevas tecnologías desde África.

Un evento clave en la evolución humana

«El Barranc de la Boella es un testimonio clave de las primeras dispersiones en Europa, marcando un punto de inflexión en la historia tecnológica del continente», declaró Lombao. Las similitudes con yacimientos como Ubeidiya, en el Levante, refuerzan la idea de que estas innovaciones llegaron a Europa mediante múltiples migraciones y contactos culturales con África.

Este descubrimiento no solo reduce la brecha cronológica entre Europa, Asia y África, sino que también evidencia que las poblaciones europeas ya compartían elementos tecnológicos con las africanas hace cerca de un millón de años.

Un yacimiento único en Europa

El Barranc de la Boella, que incluye lugares como La Mina, El Forn y Cala 1, es reconocido como uno de los yacimientos más antiguos del Modo 2 o Achelense en Europa. Las investigaciones en la unidad II han revelado herramientas de piedra y restos de animales que permiten reconstruir las actividades y hábitos de subsistencia de estos primeros grupos humanos.

En uno de los niveles ha sido interpretado como un lugar de procesamiento y descarnado de un mamut (Mammuthus meridionalis). En La Mina, se encontraron evidencias de interacción con otros depredadores, como hienas y grandes felinos, mostrando la capacidad de adaptación de los homininos a entornos cambiantes y a la competencia con grandes carnívoros.

Financiación y divulgación

La intervención en el yacimiento forma parte del proyecto «Evolución del paleoambiente y poblamiento prehistórico en las cuencas de los ríos Francolí, Gaià, Siurana y rieras del Camp de Tarragona», financiado por el Departamento de Cultura de la Generalitat de Catalunya y el Ayuntamiento de La Canonja.

El Ayuntamiento también ha impulsado el Espai Mammuthus, un centro de interpretación dedicado al yacimiento, para fomentar el turismo cultural y divulgar estos descubrimientos.