‘Suburbia’, en el CCCB, un viaje por la historia cultural de un falso ideal de vida
La exposición relata la construcción del sueño americano y dialoga con el público del Centre de Cultura Contemporània desde el 20 de marzo hasta el próximo 8 de septiembre
Despertarse con el reflejo del sol en las limpias aguas de tu piscina con una pistola semiautomática en el cajón de la mesita de noche.
Suburbia es una exposición multidisciplinar alojada en el CCCB que explora la «Construcción del Sueño Americano» y como nuestra arquitectura suburbana revela el espíritu y el carácter de la civilización moderna, presente hasta el 8 de septiembre en la capital catalana.
Este modelo de vida, arraigado en la familia tradicional y la vivienda unifamiliar en los barrios residenciales periféricos, junto con la dependencia del transporte para desplazarse, ha demostrado ser un éxito en los Estados Unidos, gozando a su vez de una profunda influencia en el arte y la cultura popular. Las dos caras de este idílico paradigma de vivienda son puestos en el punto de mira en esta producción.
La muestra se enfoca desde la crítica de una idea, la idealización de este estilo de vida americano. Nace, tal como nos indica el comisario de la exposición Philipp Engel, de la fascinación por la cultura americana, y sobre todo, por su valor icónico y capacidad de seducción, pero busca al mismo tiempo, criticar y puntualizar los aspectos negativos de este nuevo modelo ya vigente desplegando líneas narrativas paralelas. Para ello, cuenta con una gran cantidad de obras que nos guían por este recorrido a través de la creación de un concepto que evoluciona y sugestiona la percepción de la vida familiar alrededor del mundo occidental. Nos envuelven materiales de diversos medios; fragmentos audiovisuales reales, carteles publicitarios, fotografías e incluso objetos del hogar, para crear una experiencia que no solo cautiva al visitante, sino que le hace dudar de su integridad, haciéndolo partícipe de una experiencia sensorial inmersiva.
Reflexión del espectador
Se busca que el espectador reflexione sobre la capitalización del sueño que marcó a un país entero, y que prospera creando un estilo de vida poco sostenible, pero que sigue promoviéndose al presentar un paralelismo claro con las ideologías más conservadoras.
Phillip Engel nos deja claro pues, que suburbia es más que una colección de edificios residenciales: se trata de una expresión de esta nueva cultura burguesa, una utopía de valores de consumo. Sin embargo, esta «utopía», no es más que un paraíso parcial, un refugio de los elementos que consideraban desagradables de la ciudad como las epidemias o la prostitución. Este modelo se basa en el principio de exclusión, es un modelo en esencia segregador. El trabajo queda excluido de la residencia familiar; las villas de clase media están separadas de la clase trabajadora; el verdor de los suburbios contrasta con un entorno urbano gris e industrializado. Las mujeres de clase media se vieron especialmente afectadas por la nueva dicotomía suburbana entre trabajo y vida familiar, porque el nuevo entorno supuestamente exaltaba su papel en la familia, pero también las segregaba del mundo del poder, la productividad y la sociedad.
Suburbia consigue entregar el mensaje usando ese privilegio: grandes espacios para contener elementos de toda índole. El elenco de artistas y medios presentados en la exposición es uno de sus puntos más potentes.
Se pueden ver, pues, obras seleccionadas de diversos artistas como Jessica Chou, Gregory Crewdson, Thomas Doyle, Gerard Freixes, Norman Rockwell, Angela Strassheim, Weronika Gesicka o Christopher Willan entre otros, que nos ayudaran a entender de forma crítica esta evolución hacia un ideal falso.
La sección final nos acerca al impacto que ha tenido el modelo en Catalunya y en cómo este ha modificado el paisaje urbano, trayendo consigo varios problemas socioeconómicos similares.