Albert Pla: «Si tuviera que ir al psicólogo ya no haría canciones»

Su show más rumbero pasa hoy por Tarragona con su compadre Diego Cortes a la guitarra y la maravillosa The Surprise Band

Preparen zapatos cómodos porque se viene una noche de bailoteo, porque lo de hoy en el Camp de Mart de Tarragona será un fiestón rumbero para mover, como dice la canción, la pierna, el pie, la tibia y el peroné. Ya les digo de antemano que todo el cuerpo va a vivir una ‘experiencia religiosa’ y que el líder espiritual de este sarao será nuestro, siempre querido, Albert Pla. Rumbagenarios es un show, pues eso, de rumba y buena música que Pla se trae a Tarragona con The Surprise Band.

Albert Pla, ¿cómo está?

Pues la verdad es que muy bien, yo siempre estoy bien y feliz de la vida. No me falta trabajo y proyectos que me gustan, así que pocas quejas tengo.

¡Vaya fin de semana!. Festival Cruïlla, BBK de Bilbao y hoy Tarragona. Un poco Willy Fog usted.

La verdad es que es un gustazo que te llamen de lugares tan chulos y festivales de tanto éxito. Yo siempre digo que los bolos con mucha gente, son fáciles y que los de poca gente son los más complicados porque te prestan más atención y hay que conectar más con cada persona.

En ‘Rumbagenarios’ viene de la mano y la guitarra de Diego Cortés que es su ‘partner in crime’ y usted sale muy tranquilo al escenario.

Pocas veces no salgo tranquilo, la verdad. Son ya muchos años y muchísimas experiencias, pero es verdad que si está Diego yo sé que todo va a ir bien. Haga lo que haga con el ‘maestro’ funciona y es garantía de éxito.

Cuénteme qué es y quiénes hacen ‘Rumbagenarios’.

Es un show muy festivo que viene de la gira ‘Veintegenarios en Alburquerque’ y que hacemos un grupo de gente con mucho arte. Además de Diego Cortés, está Judit Farrés y sus sonidos electrónicos, las chicas del conjunto flamenco La Prenda Roja y la coreógrafa y bailarina Belén Martí, a quién descubrí rodando La Mesías y me fascinaron sus coreografías extrañas, sin importarle poner su cuerpo en ridículo.

Su último espectáculo teatral fue ‘Miedo’; público sentado, inmóvil, expectante y pasando miedo. Se ha ido al otro extremo; público de pie, bailando, cantando y lo que haga falta.

Hacía mucho tiempo que no hacíamos conciertos con el público de pie con un aire más festivo y menos narrativo. Menos para escuchar lo que se dice y más para no parar de bailar. Tenía ganas de cambiar un poco y si disfrutas con la gente que trabajas, es una pasada.

Hablaba antes de no tener miedo a hacer el ridículo. ¿Le ha importado alguna vez hacerlo?

Te diré que hubo un tiempo que sí miraba las redes y todas las opiniones me parecían iguales. Están los que te adoran y los que te matarían y la verdad es que ahora vivo de espaldas a las opiniones de los demás.

Su papel de Pep en ‘La Mesías’ de Los Javis le ha colocado en el ojo del huracán, cuando ha trabajado siempre muchísimo.

¿Sabes qué pasa?, que si sales por la tele parece que trabajas. Yo nunca he parado de trabajar en cine, teatro, música... pero el hecho de ser un boom te pone en primera línea y de repente, te conviertes en el ‘hombre del año’ y bueno, también me río de eso. Solo cojo proyectos que me gustan, si no, no los hago.

¿No todo vale por la pasta?

No. Te puedes deslumbrar en un momento dado, pero no vale la pena. Al final, creo que la carrera de uno se dibuja por las cosas que no haces.

Usted ha hecho enfadar a la monarquía, a la iglesia, a la policía, a los políticos...

Leo Bassi me dijo una vez que pensaba que al salir del teatro estaría la policía para detenerme y mira que Leo se calla pocas cosas! Yo no estoy patrocinado por nadie, así que me siento libre para decir lo qué quiera.

¿Le gusta ser una mosca cojonera?

Desde luego este no es mi trabajo. Soy consciente de que hay personas a las que no les gusto nada y me sacarían del medio, pero mientras tenga mi público, yo seguiré haciendo cosas.

No sé si con tanto trabajo tiene tiempo de parar y hacer vacaciones.

Sí, voy a descansar este verano porque llevo demasiados meses en Madrid. Quiero estar tranquilo en mi casa, con mi familia y fijando ideas de cosas que no he tenido tiempo de trabajar. Hay que tener tiempo para disfrutar de la vida.