Un tratamiento eleva la supervivencia en cánceres iniciales de pulmón un 35%
Combina quimio e inmunoterapia antes de la cirugía y beneficiaría a más de 6.000 pacientes españoles al año
La alianza profesional de más de 600 investigadores españoles, en su mayoría oncólogos, cirujanos torácicos, patólogos y radioterapeutas, ha dado a luz una nueva estrategia mundial para combatir el cáncer de pulmón en sus estadios inicial o intermedio, cuando el tumor no ha saltado a otros órganos. No solo mejora las opciones de tratamiento del paciente sino que, además, aumenta de manera sustancial sus posibilidades de supervivencia a medio y largo plazo.
Nadim II, que así se llama el estudio realizado por el Grupo de Español de Cáncer de Pulmón (GECP), se basa en un cambio de paradigma en el abordaje habitual de estas patologías. En vez de atacar el tumor solo con radioterapia o con quimioterapia o directamente con cirugía, se le administra al enfermo, antes de pensar en la entrada al quirófano, un combinado de quimio e inmunoterapia con nivolumad (un fármaco).
Los resultados obtenidos con una muestra clínica muy representativa (86 pacientes de 20 hospitales españoles repartidos por todo el país), publicados en la prestigiosa revista científica 'New England Journal of Medicine', han sido impactantes.
La nueva estrategia de tratamiento, de diseño y desarrollo netamente españoles, evita a algunos enfermos la necesidad de cirugía, facilita la entrada en el quirófano en mejores condiciones a prácticamente la totalidad de quienes lo necesitan y dispara la supervivencia, con una mejora de un 35% en los primeros dos años tras el diagnóstico. Mariano Provencio, presidente de GECP e investigador principal del estudio, calcula que la nueva terapia, si se universaliza en los centros sanitarios españoles, podría beneficiar a más de 6.000 pacientes cada año, más de un tercio de los nuevos diagnósticos.
«El estudio ha abierto la puerta a un cambio global en el tratamiento de los pacientes con cáncer de pulmón precoz. En Estados Unidos, la FDA -su agencia sanitaria- realizó una aprobación rápida para que este esquema de tratamiento esté disponible en los centros hospitalarios, el National Institute for Health and Care Excellence -agencia asesora británica- ha expresado su opinión favorable destacando su buen coste-efectividad y esperamos que también llegue este año a Europa», explica el doctor Provencio. Los datos hablan por sí solos.
En primer lugar, esta técnica pionera ha multiplicado por seis el número de pacientes a los que no ha sido necesario llevar al quirófano porque lograron una remisión completa del tumor de pulmón.
En los dos años experimentación, los especialistas consiguieron que desapareciesen los quistes en el 36,8% de los casos, frente al 6,9% que se disipan con el enfoque tradicional de tratamiento tras cirugía.
En segundo lugar, y en todos los casos, la nueva técnica logra una mayor reducción del tamaño del tumor y lo hace con una menor toxicidad para el organismo. De esta manera, abre la puerta del quirófano al 93% de los enfermos que lo necesitan cuando la proporción habitual era el 69%, 24 puntos menos.
Reducción de recaídas
Y, en tercer lugar, amplía la supervivencia. El 85% de los pacientes que recibieron la nueva terapia siguen con vida dos años después, 22 puntos de mejora sobre el enfoque tradicional, que tiene una supervivencia en igual plazo del 63%.
Pero las aspiraciones del equipo investigador van aún más allá. No descartan duplicar la supervivencia de los enfermos con cáncer de pulmón no metastásico en el medio y largo plazo.