Los niños con TEA, más vulnerables a nivel emocional
Según un estudio de la URV, «la posibilidad de desarrollar síntomas de ansiedad y depresión aumenta hasta tres veces»
Un estudio exhaustivo del grupo de investigación Nutrición y Salud Mental de la Universitat Rovira i Virgili ha destacado la vulnerabilidad emocional de los niños y niñas con trastorno del espectro autista (TEA).
Según el trabajo, llevado a cabo con cerca de 800 escolares y preescolares de la demarcación de Tarragona, los niños con TEA tienen hasta tres veces más riesgo de sufrir problemas emocionales, básicamente depresión y ansiedad, que el resto. Si, además, tienen déficit de atención con hiperactividad (TDAH), una comorbididad que muchas veces no se detecta a pesar de que afecta el 40%, este riesgo aumenta hasta cuatro o cinco veces.
«La posibilidad de desarrollar síntomas de ansiedad y depresión aumenta hasta tres veces en los niños y niñas que presentan una de las dos condiciones, pero si tienen el doble diagnóstico, TEA y TDAH, presentan una vulnerabilidad sensiblemente más grande», afirma Paula Morales, investigadora del estudio junto con Núria Voltas, Carmen Hernández y Josefa Canals.
El problema, tal como asegura Paula Morales, es que muchas veces, cuando se hace un diagnóstico de TEA, no se evalúan específicamente las dificultades en la regulación de la atención y de la conducta, más característicos del TDAH, porque se superpone la sintomatología de los dos trastornos o porque solo se considera el diagnóstico principal «como un cajón de sastre en que cabe todo».
En este sentido, el estudio deja claro que es clave afinar mucho más en el diagnóstico y precisar si, por ejemplo, los pacientes también tienen TDAH, porque hay mucho más riesgo de presentar problemas emocionales. «Si no se detecta, no se puede tratar adecuadamente. Hay que ser más rigurosos, puesto que si ajustamos la intervención y el acompañamiento, esta persona tendrá un mejor pronóstico y una mejor evolución», asegura Morales.
El estudio forma parte del proyecto EPINED (Estudio Epidemiológico del Trastornos del Neurodesarrollo), liderado por la catedrática de la URV Josefa Canals. Es uno de los trabajos epidemiológicos más exhaustivos del Estado.