Las vacunas contra la covid salvaron la vida de más de 1,6 millones de europeos

La OMS calcula que la inmunización masiva redujo en un 60% los fallecimientos, que sin el fármaco hubiesen alcanzado los cuatro millones

La vacunación masiva contra la covid en los países europeos permitió salvar la vida a más de 1,6 millones de ciudadanos. Así lo certifica el balance final de la Red de Vigilancia Respiratoria de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Europa.

El trabajo especifica que, desde su llegada en diciembre de 2020 y hasta la primavera de 2023, cuando decayó la emergencia sanitaria mundial, estos sueros redujeron las muertes debidas a la pandemia en al menos un 59% de forma general y en un porcentaje muy superior entre los mayores de 80 años.

La investigación, que se marcó como objetivo determinar cuántas vidas se salvaron directamente por vacunar a los adultos frente al SARS-CoV-2, contó con la colaboración del Centro Nacional de Epidemiología (CNE) del Instituto de Salud Carlos III y del Ministerio de Sanidad.

Los expertos querían poner cifras a la enorme aportación de los científicos para liquidar la pandemia, pero también dejar definitivamente sin argumentos a quienes desde la pseudociencia o la pura ignorancia del negacionismo pretenden aún hoy minar la confianza en estos valiosos fármacos.

Los trabajos de los epidemiólogos de la OMS revelan que las muertes achacables a la pandemia en Europa, que rondan los 2,2 millones, podrían haberse casi duplicado y aproximado a los cuatro millones de decesos si no se hubiese contado con vacunas para prevenir contagios, cortar las espirales de nuevos casos y minimizar los efectos de la enfermedad en los infectados. La gran mayoría de los salvados por la inoculación de estos sueros fueron mayores de 60 años, que son el grupo con más riesgo de contraer una enfermedad grave por la infección de SARS-CoV-2 y el grueso de quienes fallecieron por patologías provocadas o agravadas por el virus.

La esperanzadora aventura de las vacunas anticovid empezó en España en la mañana del 27 de diciembre de 2020, cuando Araceli, una anciana de 96 años ingresada en una residencia de Guadalajara, recibió el primer pinchazo de Pfizer ante decenas de flashes y cámaras. Si se aplican a España las proporciones validadas por la OMS para el conjunto de Europa, la inmunización lograda entre el invierno y la primavera de 2021 y las posteriores dosis de refuerzo habrían salvado la vida de unos 100.000 españoles.

Desde el primer pinchazo de Araceli y hasta la primavera de 2023 se administraron 105 millones de dosis y se logró que el 92% de los mayores de 12 años recibieran la pauta completa.

El mensaje que quieren transmitir los expertos europeos queda explícito en la principal conclusión del análisis. «Los resultados son claros: la vacunación contra la covid-19 salva vidas», asegura Margaux Meslé, la autora principal del estudio y miembro de la OMS. «Sin el enorme esfuerzo de vacunación, habríamos visto muchas más vidas afectadas y a muchas más familias perdiendo a sus miembros más vulnerables», añadió.

La investigación, además del cálculo de vidas salvadas, aporta otros elementos que ahondan en la necesidad de que instituciones y ciudadanos no bajen la guardia frente al SARS-CoV-2 y mantengan vigentes los programas y esfuerzos de inmunización. El trabajo, indican, evidencia que los países europeos que ejecutaron programas de vacunación temprana que abarcaron a grandes sectores de población obtuvieron el mayor beneficio en número total de vidas salvadas.

«Extremadamente eficaz» Los investigadores y la propia OMS aconsejan que las campañas de comunicación que promueven la inmunización contra el coronavirus deben hacer especial hincapié en el valor y la trascendencia demostrados por la vacunación contra covid-19 para salvar vidas y, por ello, deben garantizar que los grupos de personas más vulnerables a la infección tengan inyectadas sus dosis de recuerdo antes de que lleguen los períodos de posible aumento de la transmisión, como son las navidades y el invierno.

Defienden que el mantenimiento de la vacunación entre los más vulnerables es la medida clave frente al coronavirus ya que su trabajo confirma que recibir periódicamente una vacuna actualizada frente a las nuevas variantes sigue siendo una herramienta «extremadamente eficaz» para reducir tanto las hospitalizaciones como las muertes entre las personas de alto riesgo.

El grupo de ciudadanos que por ningún motivo deben saltarse la vacunación periódica incluye a los mayores y a los inmunodeprimidos, pero también a quienes tienen múltiples afecciones médicas subyacentes (muchos pacientes crónicos), a las embarazadas y al personal sanitario que esté fácilmente expuesto a infecciones reiteradas.