El consumo de alimentos ultraprocesados se asocia a una peor calidad del esperma
Esta relación se ha observado en varones sanos de 18 a 40 años. Son resultados de un estudio liderado por la URV y con la participación del IISPV-CIBEROBN
Entre el 8 y el 12% de las parejas de todo el mundo en edad reproductiva tienen dificultades por concebir y entre el 40 y el 50% de los casos de infertilidad se debe a factores masculinos. En las últimas décadas la disminución de la calidad del esperma se ha centrado especialmente en los países desarrollados y todo apunta a que los factores ambientales y de estilo de vida tienen un papel determinante.
Con el objetivo de identificar algunos de los principales factores de riesgo de la baja calidad del esperma, un equipo de investigación liderado por la Universitat Rovira i Virgili con la participación del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili (IISPV) y el CIBEROBN ha encontrado una posible relación entre el consumo de alimentos ultraprocesados y la calidad del semen.
Los resultados de esta investigación se enmarcan dentro del estudio Led-fertyl, que ha evaluado a 200 hombres sanos en Catalunya. Durante varias semanas respondieron a cuestionarios y entrevistas que permitieron identificar su perfil sociodemográfico, hábitos alimenticios, estilo de vida y antecedentes médicos. También se recogieron y analizaron muestras biológicas de sangre, orina y semen y se clasificaron en tres categorías en función de su consumo de alimentos ultraprocesados.
Los resultados mostraron que los hombres que consumían en torno a un 30% de la ingesta energética diaria en forma de alimentos ultraprocesados tenían más riesgo de tener los parámetros de calidad espermática alterados. Estos parámetros son los que define la Organización Mundial de la Salud y tienen que ver con el recuento del número total de espermatozoides, su motilidad y la concentración en semen.
Durante el estudio también se observó que la sustitución del consumo de alimentos ultraprocesados por otros poco o nada procesados podría tener un efecto beneficioso sobre estos parámetros de calidad del esperma.
Estos resultados son un punto de partida para entender los mecanismos que se pueden esconder detrás del consumo de este tipo de alimentos. Encontrarlos ayudará al desarrollo de futuros programas preventivos o de intervención enfocados a combatir los problemas de fertilidad derivados de la baja calidad del esperma. Ahora, pues, es necesario continuar la investigación con otras poblaciones diferentes para confirmar los resultados que se han obtenido con este estudio.
Factores como la contaminación ambiental, el consumo de drogas o alcohol, el tabaquismo, la exposición a posibles sustancias químicas que alteran el sistema endocrino a través de la dieta o el medio ambiente, el estrés y la alimentación no saludable parecen estar implicados en el origen de la infertilidad masculina. Teniendo en cuenta que todos estos factores de riesgo pueden modificarse, disminuir su exposición puede ser una medida apropiada de prevención de estos problemas.
La investigación, que se ha publicado en la revista científica Human Reproduction Open, ha estado liderada por Cristina Valle Hita, investigadora predoctoral en la Unidad de Nutrición Humana de la URV junto con la investigadora del Departamento de Bioquímica y Biotecnología Nancy Babio, investigador del Departamento de Ciencias Médicas Básicas, Albert Salas-Huetos y Jordi Salas-Salvadó, catedrático de la URV y director del grupo de investigación. Todo el equipo es miembro del CIBEROBN y del IISPV.