«Ayudar a los residentes les hace bien a ellos y a nosotros»
La iniciativa del voluntariado del Hospital Comarcal de Móra d’Ebre forma parte del plan de humanización del centro y se ha retomado después de la pandemia
Ofrecer tiempo, energía y ganas de ayudar para que las personas ingresadas en el hospital y sus familias tengan una mejor estancia. Es lo que plantea el programa de voluntariado del Hospital Comarcal de Móra d’Ebre (HCME).
La iniciativa forma parte del Plan de Humanización del centro y se ha retomado tras un parón obligado por la pandemia de la Covid-19, según explican al Diari Rosa María Cervera, educadora social de la unidad sociosanitaria y hospital de día, y Cinta Gas, trabajadora social de hospitalización.
Fernando Escorihuela y Ana Maria Antoni son los dos primeros que se han apuntado, de forma entusiasta. Se les irán sumando más vecinos que ya lo han solicitado, después de pasar por una entrevista previa.
El voluntariado en el Hospital Comarcal se centra en tres líneas de trabajo, la primera de las cuales es el acompañamiento en actividades dirigidas en la unidad sociosanitaria y hospital de día. Se trata de ayudar a la gente mayor en talleres creativos, sesiones de reminiscencia, psicomotricidad, juegos... todas ellas «propuestas para estimular cognitivamente y potenciar funcionalidades y de relación con el entorno», detalla Cervera.
Compañía
Otra de las funciones de los voluntarios es acompañar a las personas ingresadas en riesgo de soledad. «En el día a día del hospital nos encontramos con muchos usuarios que por ejemplo, no tienen familia o está lejos, y el voluntario puede estar con él o ella y charlar, hacerle compañía y salir a pasear por el patio si es posible», explica Cinta Gas.
Una tercera línea que plantea el programa es el voluntariado profesional, que pueda ofrecer talleres concretos e interesantes per a las personas usuarias del centro. Por ejemplo, personas jubiladas que tengan alguna habilidad o profesión y puedan dar talleres de barro, de palma, pintura, carpintería, macramé...
Fernando Escorihuela está jubilado y ya había sido voluntario antes de la pandemia. «Tengo mucho tiempo libre y este tipo de actividades, poder ayudar, me llena y me aporta mucha satisfacción», explica al Diari. «El día que vengo aquí, los jueves, me encuentro muy bien», añade. Una de las actividades en las que colabora es el bingo, un juego muy bien recibido por los residentes.
Ana Maria Antoni es auxiliar de enfermería jubilada. «También cuido a mis nietos pero cuando vi la oportunidad de ser voluntaria no lo dudé. Me encanta hablar con la gente mayor y estoy muy a gusto», comenta.
En este sentido, los dos voluntarios animan a que más gente se sume a la iniciativa. Para solicitarlo, solo hay que ponerse en contacto con el Hospital Comarcal, a través de la atención al usuario.
«Para ser voluntario hay que ser mayor de 18 años o menor con autorización, y cumplir algunos requisitos como la estabilidad emocional, una actitud positiva, ser responsable y la confidencialidad», explican desde el centro.