Rodrigo Cuevas: «Me encanta ser el cronista social de las tradiciones asturianas»
El agitador folclórico y artista total, como él se define, es uno de los platos fuertes del Festival Accents de Reus
No deja indiferente a nadie y su forma de cantar, bailar y comerse el escenario, sin duda, es única. La mezcla de lentejuelas con transparencias y ‘les madreñes’ (zapatos típicos asturianos) ya auguran que algo maravilloso va a pasar y que vamos a disfrutar de un espectáculo genuino, tradicional, transgresor y necesario para no perder un bien tan preciado como son nuestras raíces. Hay que estar preparada porque por delante se vienen un par de horas de espectáculo cargado de folclore, canciones arraigadas al pueblo de Asturias y un tipo, Rodrigo Cuevas, que rompe los esquemas de todo lo que habíamos visto hasta el momento. Le encanta ser el cronista cultural de su ‘conceyu’, acaba de ganar uno de los premios más importantes de la cultura y llega al Teatre Fortuny de Reus hoy (20.30 h), al Festival Accents, con todas las entradas vendidas desde hace ya muchas semanas
Rodrigo Cuevas, ¿cómo está, donde le pillamos?
Pues me pilláis en mi casa de Xixón que es donde estoy cuando no vamos de gira y aprovecho para ensayar y estar con mi familia.
¿Se ha planteado alguna vez dejar Asturias para instalarse en Madrid o Barcelona?
¡Qué va, nunca se me ha pasado por la cabeza y no lo voy a hacer! ¡Tú sabes lo bien y tranquilito que estoy yo aquí, vamos, para nada me muevo de mi tierra!
Aterriza en Reus con el cartel de ‘sold out’.
Hacer sold out mola mucho porque la gente viene predispuesta y con muchas ganas de pasarlo bien. Cuando está todo vendido suele ser porque ha funcionado el boca a boca recomendando el show, así que la gente viene a disfrutar.
¿Qué papel cree que juega en nuestra cultura?
Bueno, creo que estamos dando voz a mucha gente que trabaja en el mundo del folclore y que, por lo que sea, no tenía su espacio. El espectáculo que hacemos, La Romería, es una posibilidad bastante inspiradora para todos esos artistas que llevan años investigando en esta expresión cultural.
Su estilo y su arte le han llevado a ser reconocido con el Premio Nacional de las Músicas Actuales que concede el Ministerio de Cultura. ¿Le gusta ganar premios o prefiere no necesitarlos?
Me gustaría decirte que paso de los premios, pero la verdad que dan alegría porque no dejan de ser un reconocimiento a mucho trabajo. La verdad es que el premio más bonito es llenar los teatros de todas partes, eso es lo más importante; pero un premio, no te voy a engañar, es un subidón de energía, es como llenar cinco teatros de golpe y mola mucho.
Viene a presentar al Teatre Fortuny ‘La Romería’, el espectáculo de su último disco ‘Manual de Romería’.
Así es, y curiosamente empecé a mostrar antes la gira que el disco, pero tenía ya las canciones muy, muy trabajadas. La verdad es que son dos cosas muy diferentes y cuando tengo las canciones hechas, empiezo a hilar el espectáculo y darle forma a todo y en esta ocasión, el concepto de hacer una romería lo tenía muy claro.
¿Es un espectáculo que ha ido evolucionando, verdad?
La evolución es casi natural. Está claro que como más lo haces y más ha madurado va cogiendo otro color y otra forma, y por supuesto, el público es también protagonista y juega un papel importantísimo. Además, siempre preparo algo especial para cada ciudad donde actuamos; nos gusta dar ese toque.
¿No le parece que usted es un cronista de los de antes?
Me encanta que me digas eso, porque me encanta la palabra cronista. En cada ‘conceyu’ hay un cronista que tiene la función de recopilar, documentar, conservar y defender las tradiciones y costumbres de su pueblo, y eso es maravilloso. Ser el cronista social de las tradiciones asturianas me parece lo más.
¿El amor por el folclore le viene de sus antepasados?
Pues fíjate que no; en mi familia yo soy el único por esta pasión por lo tradicional. Desde muy pequeño siempre me gustó el baile, la música y todo lo relacionado con mis raíces. En Asturias siempre ha habido mucho auto odio con la lengua y siempre te corrigen si hablas asturiano y te decían que eso estaba mal dicho. Ahora somos más conscientes de que tenemos una lengua propia y muy bonita, pero sigue habiendo gente que cree que es una lengua inventada.