‘Griselda’: con Sofía Vergara no es suficiente
#laseriedelasemana. De la mano de Netflix, Sofía Vergara nos quiere hacer olvidar su papel de Gloria Delgado en la exitosa ‘Modern Family’ con un cambio de registro brutal
Es lícito que un actor o actriz no quiera quedar encasillado en un tipo de papel concreto, pero a veces es difícil salir de ahí y más si el éxito que has tenido dando vida a determinado personaje ha sido inmenso y ha recibido infinidad de premios y elogios.
Esto es lo que debió pensar la actriz colombiana Sofía Vergara. Nunca olvidaremos su enorme papel de Gloria Delgado-Pritchett en la inolvidable comedia Modern Family y ha buscado salir de su zona de confort interpretando algo totalmente opuesto
Netflix acaba de estrenar Griselda, un drama en el que la Vergara encarna el papel de Griselda Blanco, una narcotraficante colombiana que fundó el cártel de Medellín en los años setenta y dominó el mercado de la coca en Miami y gran parte del resto de Estados Unidos durante los ochenta. Dicen que hasta el mismísimo Pablo Escobar le temía. Debía de ser de armas tomar la señora.
De más a menos
Griselda está a cargo de los creadores de Narcos y le han brindado a Sofía Vergara la oportunidad que andaba buscando, aunque para ser más precisos habría que decir que la oportunidad se la ha buscado ella solita.
Porque Sofía, además de interpretarla, la produce. Si a eso le añadimos que todo el peso de la promoción de la miniserie recae sobre sus hombros, tenemos un todo en uno de manual.
Pero Griselda no termina de convencer. Comienza potente, aunque conforme avanzan sus seis capítulos se diluye y transita en un terreno donde el quiero y no puedo es la norma.
Estoy convencida de que la vida de Griselda Blanco daba para mucho más. Una mujer que de la nada se hace con el negocio del narco de la coca no debía de ser poca cosa. Se ha querido mostrar una Griselda cruel, despiadada y vengativa, pero a la vez una madre abnegada, que hace todo por el bienestar de sus hijos. A mí esto de romantizar a los narcos...
El guion flojea porque es excesivamente directo. Escenas sangrientas y violencia hay a raudales. Ya sabemos que de eso los americanos van sobrados. Se quiere ir muy rápido al meollo de la cuestión y como casi todo en la vida, las situaciones necesitan contexto y unos secundarios que refuercen la trama.
Griselda es una serie hecha por y para el lucimiento de Sofía Vergara y desde luego lo consigue, aunque hay momentos en que la actriz colombiana le pone tanta intensidad a su interpretación que roza la caricaturización del personaje. El maquillaje tampoco ayuda a hacer muy creíble su Griselda. Una nariz postiza no obra el milagro por sí sola.
En definitiva, Griselda podría haber sido una serie mucho más potente. Se queda a medio camino de todo, con un guion deslavazado que no sabe unir la multitud de prismas que el personaje puede aportar y con unos secundarios demasiado superficiales. Una oportunidad perdida y es una lástima porque la cosa prometía.
Ah, no busquéis la opción «audio español» en Netflix, como el ochenta por ciento de la serie se habla en español los diálogos en inglés directamente se han subtitulado.
Sofía Vergara tendrá que seguir buscando ese papel dramático que la haga triunfar, como lo hizo su Gloria Delgado-Pritchett.