‘Flash’, un relámpago en el tiempo
Aventura entretenida. Ezra Miller luce como nuevo superhéroe protagonista. Esta vez, quizás su última, viene acompañado de Maribel Verdú y otras sorpresas
Cuando estamos a punto de ver en breve un reseteo del DCEU (Universo Extendido de DC) por el reinicio de los superhéroes de la casa del cómic DC de la mano de James Gunn, Flash supone un extraño paso hacia el no se sabe dónde. Tras los recientes y sonados fracasos con Black Adam y Shazam ¡La furia de los dioses!, Warner ha puesto sobre la mesa una apuesta decidida para reconquistar el terreno perdido. ¡Con lo bien que le había ido con las primeras entregas de Wonder Woman, Aquaman o La Liga de la Justicia!
Tampoco es que en Marvel, su competidora, estén a día de hoy para tirar cohetes con los resultados de público y crítica, pero por lo menos han salvado los muebles con los últimos estrenos (especialmente con Guardianes de la Galaxia, volumen 3).
El universo de DC creado por Zach Snyder y en el que debutó Flash, la mencionada La Liga de la Justicia, se ha ido consumiendo hasta apenas quedar nada, o casi nada. De hecho, Jason Momoa estrenará antes de año Aquaman 2 pero ya no repetirá papel porque será sustituido por otro actor -¡veremos quién!- para llevar a cabo ese reinicio del citado CDEU. En el aire queda también qué pasará con Flash en futuras entregas. Porque tras las polémicas que ha cosechado en su vida personal el actor Ezra Miller, Warner no tiene muy claro qué hacer con él. Lo que, sin embargo, no es óbice para apuntar que está fantástico en esta su primera intervención como protagonista de su propia película. Sí, Miller va a contentar al ‘fanservice’ porque ha sabido darle un toque divertido y simpático al superhéroe cuya mamá es... Maribel Verdú. O, si quieren, interpreta la actriz madrileña, a la que el argentino Andy Muschietti (que logró horrorizarnos con Mamá, de 2013, y las dos entregas de It, de 2017 y 2019, respectivamente) eligió personalmente para dicha misión.
Flash tiene una buena dosis de alicientes. Es entretenida, tiene chispa, irregulares efectos especiales (unos excelentes y otros de pacotilla) y ofrece una colección de superhéroes (superpuestos a modo de la última entrega de Spider-Man) en un viaje en el tiempo que también rendirá su peculiar homenaje a Tim Burton y al propio Zach Snyder. Porque en el ‘multiverso’ dichoso en el que nos han metido últimamente tanto Marvel como DC, los superhéroes tiene que emplear sus poderes para deshacer entuertos.
Aquí es el propio Barry Allen (Flash) quien utilizando esos superpoderes para viajar en el tiempo y cambiar los acontecimientos del pasado logra un choque entre mundos. Sin saberlo, altera el futuro y queda atrapado en una realidad en la que el general Zod ha regresado y amenaza con la aniquilación, pero en la que no hay superhéroes a los que recurrir. A menos que Barry pueda persuadir a un Batman muy diferente para que salga de su retiro y rescate a un kryptoniano encarcelado...
Batman puede haber muchos, pero relámpagos, solo uno. Al menos, de momento.
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