‘El problema de los tres cuerpos’: ¿estamos solos en el universo?
#laseriedelasemana: la nueva serie de ciencia ficción de Netflix adapta la primera parte de la trilogía homónima del escritor chino Liu Cixin
¿Puede la decisión individual de una única persona condicionar el futuro de toda la humanidad?
La respuesta es sí. O eso al menos es lo que se plantea en la nueva serie de ciencia ficción recién estrenada en Netflix El problema de los tres cuerpos.
Creada por David Benioff, D.B. Weiss y Alexander Woo, los dos primeros de fama mundial por su labor en la archiconocida Juego de tronos, es una adaptación de la trilogía homónima del escritor chino Liu Cixin y se presenta como una de las apuestas más fuertes de la compañía de la N para este 2024.
¿De qué trata?
En la China de los años sesenta, en plena Revolución Cultural, la astrofísica Ye Wenjie (Zine Tseng de joven y Rosaling Chao ya en su madurez) es enviada a una remota base científico-militar con el fin de desarrollar y analizar posibles comunicaciones con el espacio exterior. Mientras, vemos en el presente a cinco amigos de la universidad de Oxford, eminentes científicos, que se encuentran con fenómenos extraños generados en los últimos tiempos por los aceleradores de partículas, fenómenos que lanzan resultados inverosímiles, capaces de invalidar las leyes conocidas del universo.
A su vez descubren que muchos de sus colegas están muriendo en misteriosas circunstancias. A raíz del suicidio de una amiga científica del grupo se topan con un extraño artilugio que conduce a parte de ellos a un videojuego que tiene como objetivo salvar a una civilización cuyo planeta está ubicado en un sistema solar con tres soles.
Pasado, presente y futuro
El problema de los tres cuerpos podría parecer a priori densa y compleja, la trilogía en la cual se basa lo es, pero gracias al buen hacer de sus creadores resulta ágil, intrigante y adictiva.
Muchos de los planteamientos del libro se han llevado a la pequeña pantalla de manera acertada, ayudando al espectador a entender por dónde van los tiros.
Cuestiones teológicas y filosóficas aparte, es una serie que visualmente es una maravilla. Cuando la acción transcurre dentro del videojuego se nota que han dejado correr la imaginación con total libertad y hay momentos espectaculares.
Los efectos especiales son dignos de mención, con una calidad que se agradece porque le da autenticidad a todo lo que estamos viendo. La escena del barco en el canal de Panamá roza lo gore, pero ya me diréis qué os parece.
Las tramas de presente y pasado se entremezclan con naturalidad y fluyen perfectamente. Todo tiene un sentido y no hay nada dejado a la improvisación.
El problema de los tres cuerpos avanza hacia unos derroteros que, si bien se vislumbran al comienzo, poco nos hace pensar hacia dónde nos llevan. Que la decisión que tomó Ye Wenjie en un lugar recóndito de China condicione los siglos venideros de todo el planeta es difícil de entender. Por cierto, como curiosidad, decir que parte de la serie se rodó en Guadalupe (Cáceres), concretamente en el Pico de Villuercas. Las escenas en cuestión fueron las de la base militar china y la gigantesca antena donde una joven Ye Wenjie se comunica por primera vez con el espacio exterior.
Los ocho capítulos que forman la primera temporada se hacen cortos. Ojalá no tarde la segunda.