Carlos Checa: «La música llega de otra manera en una catedral»
Por primera vez, la JOSB actúa en Tarragona este sábado 25 de noviembre (19 horas) a beneficio de las obras de restauración de la Catedral
Carlos Checa debutó con excelentes críticas al frente de la Royal Philharmonic Orchestra en el Cadogan Hall de Londres. Por invitación personal del maestro Gustavo Dudamel, en mayo de 2014 hizo su debut en Venezuela, en ‘El Sistema’. Ha dirigido también las principales orquestas sinfónicas en México, Perú, Chile, Argentina, Costa Rica, Honduras y Polonia, y en España ha dirigido, entre otras, la Sinfónica de RTVE. La JOSB actuará en la catedral este sábado a las 19 h.
¿Cuántos integrantes tiene la JOSB?
Unos 70 jóvenes participan en el proyecto pedagógico, que se desarrolla en el marco de una temporada de conciertos.
¿Cómo captan a estos jóvenes talentos?
Hacemos audiciones cada año en junio, y la orquesta se va renovando, con algunos que entran y otros que salen. Es un proyecto joven, que lleva activo sólo nueve años; no hay un plazo rígido en la formación, digamos que nos vamos renovando casi al completo cada cuatro o cinco.
¿Por qué nunca habían tocado en la ciudad de Tarragona?
Aunque parezca extraño, por una cuestión u otra, no se habían dado las circunstancias. Fíjese que hemos estado en Reus dos veces, en la Prioral y en el Fortuny, en L’Hospitalet... Por fin vamos a estar en Tarragona ciudad, y nos hace una ilusión enorme. Ha surgido de forma sorprendente, gracias al empeño de DNA y Francisco Javier Castillo, y con carácter benéfico.
¿Qué destacaría del concierto?
Nos gustaría que todo el mundo que venga sepa que va a escuchar una obra maestra como la Cuarta Sinfonía de Tchaikovski, y que toda la taquilla íntegra se destina a la Catedral. Es nuestro modo de ayudar a la causa, a través del arte.
¿Cómo valora el escenario tan especial?
Los conciertos en las catedrales imponen mucho. Hemos tocado en Santa María del Mar, en la Sagrada Familia y en otras iglesias más pequeñas en Barcelona. También en Barbastro, en Londres... Son espacios donde te sientes sobrecogido por la historia, que te contagia algo espiritual y se prestan a los momentos de inspiración para los músicos. Quizá no es el lugar más cómodo, pero la música llega de otra manera: ayuda al intérprete, pero también al público... Te sientes en un marco adecuado para reflexionar sobre la obra artística, pues la música te tiene que provocar una pregunta en tu interior; para eso están escritas las grandes obras, con las eternas preguntas existenciales en el trasfondo... por qué, a dónde.... El arte te ayuda a encontrar respuestas, y se consigue de forma especial en estos templos.
¿La sonoridad es buena?
Se escucha diferente. Para el músico es más difícil, por la reverberación, y cuesta adaptarte. Pero también es un reto en el proceso de educación y aprendizaje. Los músicos tienen que enfrentarse en distintos espacios, pasamos del local de ensayo a la Catedral, y un día después tocamos en el Palau de la Música.
El concierto está integrado en su gira europea.
Así es, son 13 conciertos y siete programas sinfónicos diferentes, en dos giras, que iniciamos el pasado mes de agosto en Barcelona, y que también nos ha llevado a Londres con un memorial a Pau Casals y con Laura Peribáñez como solista. Después de Tarragona y el Palau, en marzo volvemos a salir al Castillo de Fraga y al Auditorio de Zaragoza...
¿Cómo viven los músicos jóvenes esta experiencia?
Les aportan horas de vuelo, el poder hacerse preguntas... Si tengo el talento, si me siento a gusto con la música... La JOSB es una gran familia formada en Barcelona cuando llegué de Venezuela, ideada como una vivencia fuera de la formación reglada de Conservatorio, al estilo de las bandas en Levante o los coros en toda Cataluña. La idea es pasártelo bien, y ver si tu talento está a la altura. Es un reto gigantesco, pero la JOSB está llena de talento de jóvenes que pueden asumir estas enormes obras con ilusión, ganas y resultado muchas veces excelente.