‘No hables con extraños’, terror Blumhouse del bueno

El suspense y la tensión que propone el director, James Watkins, distinguen un filme que destaca como estreno

James Watkins dirige esta producción de Blumhouse Productions, un thriller de suspense contemporáneo protagonizado por James McAvoy en el papel del propietario de una finca, desmesuradamente hospitalario, que esconde algo tenebrosamente oscuro.

No hables con extraños cuenta el giro a la pesadilla psicológica de unas sencillas vacaciones en las que una familia americana acepta la invitación de unos agradables ingleses a su preciosa casa en la campiña.

La sinopsis habla de cuando una familia americana es invitada a pasar el fin de semana en la idílica finca de una encantadora familia británica con la que entablaron amistad durante las vacaciones, lo que comienza como unas vacaciones de ensueño pronto se convierte en un horror.

No hables con extraños es un remake de la cinta homónima danesa de 2022, dirigida por Christian Tafdrup. En esta ocasión firma la película James Watkins, conocido por su participación en el universo Black Mirror y por haber dirigido la primera parte de La Mujer de Negro; No hables con extraños estaría mucho más cerca del suspense y la tensión que propiciaban esas miradas a una sociedad cada vez más real y menos distópica.

Hay momentos en los que probablemente provoque un escalofrío recorriendo la espalda; sin embargo, no será cuando las vidas de los protagonistas corran peligro, ni siquiera en plena persecución por sus vidas. No hables con extraños tiene la maravillosa facultad de generar terror a través de sus diálogos, de las situaciones más mundanas que podáis imaginar.

La cinta examina cómo las convenciones sociales y el deseo de evitar conflictos pueden conducir a situaciones peligrosas. Se sumerge en un mundo donde la amabilidad superficial enmascara intenciones siniestras, y donde la incapacidad de establecer límites claros puede tener consecuencias devastadoras.

James Watkins construye la tensión de manera gradual, aprovechando las sutilezas de las interacciones sociales para crear un ambiente de incomodidad creciente. Los pequeños desaires y las violaciones menores de la etiqueta se acumulan, creando una atmósfera opresiva que mantiene al espectador en vilo. La dirección de Watkins es hábil en este aspecto, utilizando la cinematografía de Tim Maurice-Jones para enfatizar la sensación de aislamiento y vulnerabilidad de los Dalton.

James McAvoy se destaca como Paddy, un personaje que oscila entre el carisma seductor y la amenaza latente. Su interpretación es intensa y, a veces, rozando lo caricaturesco, pero logra mantener un equilibrio que hace que su personaje sea tan fascinante como aterrador. James McAvoy se pasó el rodaje de No hables con extraños regulando dos géneros que parecen opuestos, pero que, bien combinados, dan un increíble resultado. «Pensé que ese tiro y afloja con el público sería divertido de calibrar y orqustar», ha contado el mismo el actor. El ‘thriller’ del actor incomoda al público porque pasa de la comedia al terror y juega a la duda con Paddy, su personaje.

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