‘Mufasa: el rey león’, la apuesta reina de la Navidad
Esta precuela de sus dos predecesoras, de 1994 en animación y 2019 en CGI, ofrece una calidad inmersiva espectacular
En 1994, Disney lograba un hito en el mundo de la animación. El rey león recaudaba aquel año 646 millones de dólares, una barbaridad para la época. En 2019, la versión de imágenes generadas por ordenador -llámenlo realmente eso conocido como el famoso CGI o Computer Generated Imaginary- lograba engrosar la caja de Disney otros 1.656 millones más.
Esta Navidad, tras el reciente bombazo de Vaiana 2, la ‘casa del ratón Mickey’ ha querido tirar la casa por la ventana y estrena casi consecutivamente un nuevo filme de animación, en formato también CGI, con una calidad inmersiva realmente espectacular y que terminará haciendo buena la frase de Coppola de hace casi dos décadas en la que apuntaba que «no tardando mucho, no necesitaremos a los actores. La tecnología los reemplazará».
Aquí no son actores, sino animales. En esta precuela de la historia de 1994, que se convirtió ya entonces en un musical que sigue arrasando en todo el mundo, Barry Jenkins (director de la oscarizada Moonlight el año del lío con La La Land) vuelve a recurrir a la tecnología punta de animación hiperrrealista. Al igual que ya hizo Jon Favreau hace 5 años, Jenkins ha apostado por la vanguardia tecnológica para darle mayor empaque a la forma de contar la historia y a la narrativa. Para ello, ha empleado , por ejemplo, la composición de primeros planos y planos cortos. Una verdadera exhibición para retrotraernos a años antes de la gran aventura de Simba y Nala.
Para ello, emplea a Rafiki, quien transmite la leyenda de Mufasa a la joven cachorro de león Kiara, hija de Simba y Nala, con Timón y Pumba aportando su estilo característico. La historia se cuenta en flashbacks y presenta a Mufasa como un cachorro huérfano, perdido y solo hasta que conoce a un simpático león llamado Taka, heredero de un linaje real. Este encuentro casual pone en marcha un viaje de un extraordinario grupo de inadaptados que buscan su destino. Y sus vínculos se pondrán a prueba mientras trabajan juntos para escapar de un enemigo amenazador y letal.
Mufasa: el rey león es una película familiar, que sabe reunir perfectamente gémeros como la comedia, las aventuras y el drama. Es, ciertamente, un espectáculo audiovisual de dos horas en los que el espectador queda asombrado por la capacidad de los animales de asemejarse en sus gestos a los humanos. Emociones como el dolor, la tristeza o la risa se ven reflejados en sus primeros planos, casi a modo de retratos. Se pueden ver las caras de los personajes, si arrugan los ojos, si tensan la mandíbula. Todo ello en versión leonina.
Hace 30 años, El rey león triunfó en gran medida por los temas musicales, algunos interpretados por Elton John. Ahora, esta precuela se propone triunfar usando, también, temas musicales. Disney ha contado para ello con Lin-Manuel Miranda, figura cotizada en la escena musical tras su trabajos en El regreso de Mary Poppins, Hamilton o Vaiana.
Película muy recomendable y con sonoridad a nominaciones a los Oscar. Un excelente thriller en que, tras la inesperada muerte del Sumo Pontífice, el cardenal Lawrence es designado como responsable para liderar uno de los rituales más secretos y antiguos del mundo: la elección de un nuevo Papa. Durante el cónclave, Lawrence se ve atrapado dentro de una compleja conspiración.
En un pueblo de Madrid, Bego y Agustín viven una jubilación tranquila entre recetas, su huerto y la pelu. Pero desde que sus hijos, Miguel y Carla, se independizaron para irse a vivir a la ciudad, el síndrome del nido vacío parece haberse instalado en el matrimonio.
Cuando C.Tangana conoce a Yerai Cortés se queda fascinado con su talento e intrigado por su historia familiar. Yerai es una figura inusual dentro del flamenco; tan respetado por los gitanos más tradicionalistas como por los artistas vanguardistas de la nueva ola.