Pongamos que hablo del amor

Para Marta Jiménez Serrano el 2020 no fue un mal año. Profesionalmente hablando: entonces, con su primera propuesta literaria, recibió el Premio Adonáis por La edad ligera, un poemario con «lograda síntesis de frescura y profundidad, sostenida por un ritmo cautivador, que es herencia de la tradición y, a la vez, propuesta novedosa», según indicó el jurado.

Seguidamente, esta joven escritora dio el salto a la narrativa hablando sobre lo que todos buscamos en la vida: el amor. Tras la buena acogida de su novela debut, Los nombres propios, la madrileña repite temática y sigue en la estela del estilo literario con No todo el mundo, una colección de pequeños relatos que nos muestran, desde distintos ángulos, una aproximación a las relaciones amorosas contemporáneas: en unas nace, en otra se desvanece, en otras crece, en otras se desvirtúa...

Desigualdades sociales, dudas, nuevas ilusiones, celos, infidelidades, la ansiedad que se despierta con la maternidad, el desengaño, los nervios del principio, las angustias, las opiniones de los amigos, las diferencias de edad, el desamor... cada relación es un retrato único, pero Marta Jiménez es capaz de dibujar cada una de ellas con un magistral estilo en el que cada uno es completamente distinto al otro.

Catorce piezas breves con una historia única y particular sobre el amor. Desde los inicios de una posible relación entre Marcelo y Eloísa, en la que Jiménez Serrano nos introduce revelaciones de los reproches de los últimos coletazos de la Elo y Elo, donde también apreciamos la contraposición de ideas, sentimientos, la vivencia de la relación y pensamientos de cada personaje.

O una historia de amor relatada a cuatro manos, donde cíclicamente los personajes se encuentran y desde son capaces de verse desde un mismo vértice de un espejo.

También sobre cómo florecen el pavor y los recuerdos vividos los dos juntos cuando tu marido está debatiéndose entre la vida y la muerte.

Escribe sobre la locura ansiosa de una recién convertida en madre que se devana los sesos para descubrir cómo su pareja le ha podido ser infiel mientras casi se olvida de ella como mujer y de su bebé.

Y no se olvida de las dos visiones de una relación cuando hay una distancia plausible entre los años de una y los del otro, además de lo que pueden emborronar las relaciones las opiniones de los demás.

La vuelta de Jiménez Serrano con Sexto Piso dibuja otro recorrido por todas las perspectivas que puede ofrecernos el amor.