El día que Ángel Martín se volvió loco

‘Te quiero. # post-it’. El cómico Ángel Martín relata en primera persona el brote psicótico que sufrió y su recuperación

¿Cómo sabe uno que se está volviendo loco? El 5 de junio de 2017 el periodista Cristian Campos escribía un artículo para Vanity Fair titulado ¿Puede Ángel Martín desmantelar la burbuja de Twitter en sólo una semana? En él, con varios ejemplos, reflejaba la particular idiosincrasia del funcionamiento de la red social ahora conocida como X y cómo el televisivo Ángel Martín aparecía intentando explotar con mensajes tan inquietantes como sinsentido.

Acostumbrados a su particular sentido del humor, Campos apuntaba que «Martín lleva una semana retuiteando tuits (...) Sin criterio, sin orden, sin concierto. Su cuenta es, ahora mismo, un perfecto resumen de lo que es Twitter. Mensajes ridículos lanzados al azar sobre unos usuarios que parecen responder espasmódica y automáticamente a los estímulos más que como lo haría un individuo pensante», destacando que el objetivo final de este ejercicio sólo parecía conocerlo él mismo: «quizá la intención de Ángel Martín no sea confirmar el escaso potencial publicitario de Twitter, y sólo le esté dando al botón de retuitear al azar. Quizá se haya vuelto loco». Campos, como el resto del país, no sabía que a Ángel Martín lo ingresaron en un hospital psiquiátrico el 4 de junio de 2017. Y es que esos mensajes también fueron la voz de alarma para sus allegados.

El pasado viernes (13, para ser exactos) este cómico, guionista, presentador y músico vino a Tarragona a presentar su último espectáculo, Punto para los locos, su primer monólogo tras sufrir un brote psicótico.

Éste llega después de que Martín superase su proceso de recuperación, un complejo camino que el barcelonés narra de forma abierta en su libro Por si las voces vuelven. Aunque en lo que se focaliza más es sobre su relación con la locura y la enfermedad mental, explicando, sin tapujos, cómo fue su experiencia. Cómo sospecha que pudo originarse, cómo fue el proceso, qué sentía, veía y escuchaba, cómo era su particular realidad, el porqué de esos mensajes desubicados, el día que se sintió morir, cómo el amor y seguir «las buenas señales» le salvó. Un relato que no pierde una pizca de su tono jocoso habitual.

«Volverse loco» hizo que Martín se rompiese en mil pedazos, se desconociese a sí mismo y tuviese que volver a reinventarse por completo, pero ahora cuenta con algunas herramientas para «ayudar a salir del pozo», y ofrecérselas a los demás es la principal razón por la que escribió este libro.

El término ‘loco’ siempre se ha acuñado de forma despectiva. Va por delante todo mi respeto hacia las problemáticas mentales, que son siempre tan difíciles de entender y se estigmatizan tan injustamente. Si en esta crónica se habla tan abiertamente de la locura es precisamente porque el propio Ángel Martín lo hace. Un ‘punto a favor’ suyo porque de esta manera y con toda su narración en el libro está acercándola a la sociedad, que parece que por fin está empezando a comprender. Porque como cualquier otra enfermedad, las que adolecen a la mente y a las emociones, deben ser tratadas con la misma consideración, compasión y cariño.

Título: Por si las voces vuelven

Autor: Ángel Martín

Editorial: Planeta

Páginas: 250

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